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25 noviembre 2009

De la Patagonia al Mediterráneo

Autor : Manuel Glave

Por décadas, la enorme fuerza del

maestro peruano de ajedrez ha sido

un misterio para buena parte de

América Latina. Es muy conocido

que, por ejemplo, en Buenos Aires,

sede de los principales torneos de

ajedrez magistral en Suramérica por

mucho tiempo, para los maestros

argentinos bastaba que un nuevo

maestro peruano se presente a un

torneo y ya temían por su fuerza.

Desde los viejos tiempos de Sumar, Pinzón y

Pérez, hasta los clásicos Rodríguez y

Quiñones, para llegar a la genialidad de Granda,

no faltaban sorpresas como las que supieron

dar los Bravo, Oblitas, entre muchos otros.

Talento natural, espíritu combativo y combinativo,

y con varias obras de arte en la colección. El

aura inmortal del Gran Maestro Esteban Canal

siempre engrandecía la imagen de fuerza y talento

de los maestros peruanos.

Pero no fue sino hasta fines de la década de 1990

que el Continente Americano se encontró ante un

fenómeno incontenible: la fuerza del Ajedrez infantil

peruano. Inicialmente abanderados por los triunfos

panamericanos de la maestra Karen Zapata (Sub-20

Femenino, Santiago de Chile, 1998) y del Maestro

Christian Esplana (sub-16 Absoluto, Matinhos, 1999),

a lo largo de la última década hemos producido talento

infantil de la talla de Emilio Córdova, Christian Cruz y

los hermanos Jorge y Deysi Cori, acompañados de un

numeroso grupo de talentosos Campeones

Panamericanos, como Renato Terry, Garri Pacheco,

Max Cornejo, Luciana Morales, Ingrid Aliaga, Ulises

Cuéllar, entre muchos otros. Perú, es, sin lugar a dudas,

en plena primera década del siglo XXI, la potencia

panamericana de ajedrez infantil y juvenil. Varias veces

Campeones en los Festivales Panamericanos de la Juventud,

más de una docena de Medallas de Oro a nivel Panamericano,

ahora tenemos credenciales mayores: el Gran Maestro

Internacional más joven del mundo (Jorge Cori), dos flamantes

Campeones Mundiales, en la Categoría Absoluto sub-14

(Jorge Cori) y en la Categoría Femenino sub-16 (Deysi Cori),

dos fuertísimos Grandes Maestros juveniles (Emilio Córdova

y Christian Cruz), y, por si fuera poco, el Perú es la tierra de

quien es, si no el más grande, el más genial ajedrecista

latinoamericano de las últimas décadas, el Gran Maestro

Julio Granda.

Sin embargo, a todo este éxito le faltaba el Oro Mundial.

Córdova, Terry, Cruz lo intentaron y estuvieron cerca.

Hasta que llegamos al 2009. En Puerto Madryn, en la

Patagonia Argentina, el pasado mes de octubre, la

Maestra Internacional Femenina Deysi Cori iguala el

primer lugar del Mundial Juvenil sub-20 Femenino, y

es proclamada Subcampeona Mundial. Y el último fin

de semana, en Antalya, en el Mediterráneo de la vieja

civilización de Anatolia, la misma Deysi, finalmente, se

proclama Campeona Mundial Juvenil sub-16 Femenino,

y su hermano Jorge corona esta historia con el título de

Campeón Mundial Absoluto sub-14.

Los hermanos Cori representan el mejor fruto de muchos

años de trabajo de cientos de ajedrecistas infantiles de

alta competencia que se ha desarrollado en el Perú. Buena

parte de esta cosecha se debe a lo que sembró el Señor

Jaime Gallese, quien desde el cielo debe estar celebrando

este gran momento. Gallese inició el ajedrez infantil de alta

competencia en el Perú. Entre 1994 y 1997 se realizaron,

por primera vez, Campeonatos Nacionales en categorías

infantiles, hasta llegar al año 2001, cuando se llevó a cabo

por primera vez un Festival Nacional Juvenil en todas las

Categorías. Pero en el camino el mérito es compartido por

dirigentes federativos, padres de familias, profesores en los

colegios, profesores particulares, entrenadores, y las

empresas auspiciadoras. En el caso de los Maestros Cori

es indudable que el apoyo del Colegio Saco Oliveros ha sido

clave para facilitar el viaje de ambos Maestros a diferentes

competencias internacionales que les ha dado el roce y la

confianza necesaria para llegar a la cima del ajedrez mundial.

Y la presencia, apoyo y soporte permanente de la familia

Cori muestra, una vez más, el estratégico rol que juegan los

padres en esta temprana edad de maduración de los Maestros.

En estos momentos, es indudable que entre los tempranos

8, 9 años hasta los maduros 14, 15 años de edad, los y las

Maestros(as) de Ajedrez que se consolidan en el Perú

logran crecer y madurar hasta niveles de competitividad

mundial, como lo demostraron muchos de quienes

antecedieron a los flamantes Campeones Mundiales Juveniles

Jorge y Deysi Cori. El desafío que hemos enfrentado en el Perú

es qué hacer más adelante. El camino seguido por Córdova

y Cruz muestra lo difícil que es el siguiente paso. Seguramente

que los Maestros Cori podrán aprender de las lecciones

dejadas por sus antecesores.

La alegría que inspiran los títulos mundiales de los hermanos

Cori se tiñe de preocupación y hasta tristeza al pensar en la

situación dirigencial del ajedrez peruano. En un año de

Olimpiadas FIDE, es una tarea de urgencia nacional que el Perú

asista a Khanti-Misyisk (Rusia) con lo mejor de su vitrina:

Granda, Córdova, Cruz, Kastanieda y Cori. Si el sistema

deportivo federativo es incapaz de cumplir con su responsabilidad,

es hora de empujar al carro desde otras esferas