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Dayro Sánchez Rico (Tolima) (Foto Prensa Coldeportes Acord) |
El
presidente el Concejo de Líbano, municipio en el norte del Tolima, no
ha descansado un solo instante durante los últimos 15 años en su empeño
de darle una mejor condición al deporte para las personas en condición
de discapacidad. Y contra viento y marea saca adelante nuevos proyectos.
Creó la asociación de discapacitados que tiene unos 1.500
afiliados y realiza jornadas simultáneas de ajedrez de manera
permanente. “Ya tenemos ascensor en la alcaldía y varias calles y
andenes están adaptados para la movilidad de las personas, que como yo,
estamos en una silla de ruedas”, confiesa.
Es Dayro Sánchez Rico,
quien cómodamente sentado hace chistes de su condición y no se inmuta
en absoluto, ni le molestan las bromas que le puedan hacer con relación
a su condición. Es una manera de aceptar la discapacidad.
“Es parte de la vida. Mi mamá me enseñó a ser guerrero y a
entender que no existen diferencias con las demás personas. Mi condición
únicamente no me permite caminar”, asegura con el convencimiento propio
de un líder.
Dayro viajó de Líbano a Ibagué para competir en el ajedrez de los
IV Juegos Paranacionales, luego de obtener el cupo en el clasificatorio
que tuvo lugar en Barranquillla a mediados de año. Ahora está listo para
enfrentar este gran reto en su primera incursión. “Tal vez un reto más
difícil que el de estar en la silla de ruedas, ya que para mí estar aquí
sentado es absolutamente normal”, dice.
“Acomódese bien señor presidente”, le dice en tono ameno y
coloquial su amigo inseparable y compañero en los retos sociales de
sacar adelante el deporte paranacional en Líbano, el profesor de ajedrez Jaime Céspedes, mientras le mueve la silla a donde tenga que desplazarse.
“Es que mi madre me enseñó a ser guerrero. Nada de
contemplaciones, nada de trato preferencial. Trabajé vendiendo
periódicos, recogiendo café en la finca, en una retroexcavadora… Si
llegaba tarde a la escuela me cerraban la puerta y no me permitían
entrar, igual que a los otros estudiantes. Es que esto no termina aquí,
decía mi madre” recuerda Dayro.
Son cinco hermanos, otro de ellos en la misma condición. Es
congénito. Desde pequeños empezaron a notar dificultades para caminar o
levantar objetos. “Se llama distrofia muscular y es la falta de una
neurona. Únicamente le da a los hombres. En nuestro caso fuimos un
hermano y yo. Ataca las proximales rodilla-cadera y codo hombro”,
cuenta.
Le dicen enfermedad de duchen, que reduce a cero la capacidad para
sostener el cuerpo de pie o levantar cosas. No requiere medicamento,
únicamente terapia. El paciente no experimenta dolor alguno.
Para Dayro, el ajedrez es parte de la terapia. “Ideal para
personas como nosotros porque necesitamos concentración, serenidad,
seguridad y confianza y eso nos lo da este lindo deporte”, comentó el
ahora estudiante de administración pública, “para darle al deporte el
lugar que merece entre la población”.
Terminó la partida y se fue a Líbano porque debía atender la
sesión del Concejo en la mañana, para regresar a jugar la siguiente
ronda en la tarde. A todo le saca tiempo.
Fuente: Prensa Coldeportes - Acord