Cuando asistimos a nuestros alumnos
durante una competición o bien cuando estamos imparténdole alguna
clase, debemos analizar junto a ellos las partidas que han jugado.
Muchos monitores o entrenadores realizan ese trabajo “con el piloto
automático”, sin un método claro de los pasos a seguir.
Sencillamente se sientan frente al alumno y comienzan a pasar las
jugadas en el tablero, comentando los posibles errores e ilustrando
cómo debería haberse jugado. Tal vez en ciertos momentos
preguntando el por qué realizan ciertas jugadas. No quiero decir que
esto esté mal, ni criticar la labor que realizan muchísimos
pedagogos del ajedrez, tan sólo quisiera compartir en este artículo
el método que he ido desarrollando con los años para que la tarea
de analizar las partidas con los alumnos sea lo más provechosa y
didáctica posible. Todo desde mi opinión personal, dando por hecho
que puedan existir otros métodos útiles y efectivos.
Primero indicar que es sumamente
preferible que el alumno no haya analizado antes la partida por su cuenta, usando módulos de análisis.