Por Dr. Uvencio Blanco Hernández
Aun cuando –en ocasiones- es difícil establecer cómo y cuándo las leyes o demás normativas de un deporte son transgredidas, debemos reconocer que, durante las dos últimas décadas, la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE), ha enfatizado su interés en explorar vías orientadas a la preservación e integridad del “espíritu del deporte” a través de propuestas que garanticen la práctica del juego limpio.
Por ejemplo, en 2013 la FIDE, conjuntamente con la Asociación de Ajedrecistas Profesionales (ACP), acordó la fundación del Comité Anti-trampas (ACC). Ambas organizaciones coincidieron en que la imagen y credibilidad del ajedrez podía debilitarse seriamente como consecuencia del repetido tema de las trampas en el ajedrez. Estimaron que esta percepción pública le hace daño al deporte cuando el mismo se muestra vulnerable ante este tipo de acciones.