Por Uvencio Blanco Hernández
Uvencio Blanco, Oscar Panno y Mario Petrucci | Foto: Uvencio Blanco |
El Salón de la Fama se trasladó a Villa Martelli
Uvencio Blanco, secretario del Salón, recordó que hasta el año 2021 el deporte del ajedrez tenía dos salones de la fama; a saber: el “Salón de la Fama del Ajedrez de los Estados Unidos” fundado en 1985 por la Federación de Ajedrez de los Estados Unidos y que, a la fecha, ha entronizado poco más de 60 ajedrecistas; y el “Salón de la Fama del Ajedrez Mundial” (World Chess Hall of Fame), ente fundado en 2001 y que es dirigido por el United States Chess Trust. En este caso, los miembros de este Salón son nominados por representantes de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE); ambiente en el que hasta 2021, habían sido elevados 40 nombres de los más destacados atletas de la historia del ajedrez mundial.
Convenientemente, ambas instituciones se encuentran ubicadas en el barrio Central West End de la ciudad de San Luis, en el estado de Missouri, Estados Unidos.
Ahora bien, el “Salón de la Fama del Ajedrez de América” es una institución civil de carácter privado y sin fines de lucro, cuyo objeto central es el de reconocer el legado de nuestros máximos valores del ajedrez provenientes de la América toda. Nos referimos a que cualquier ajedrecista con aportes notables al ajedrez, nacido o nacionalizado en alguna de las naciones que conforman el continente americano, sea norte, centro, sur América o islas del Caribe; tiene pleno derecho a ser postulado y elegido para nuestro Salón; el cual tiene su sede en Ciudad Juárez, México.
Así mismo, queremos destacar el carácter de justicia social o compromiso histórico de nuestro Salón, que comienza a cumplirse con la mayoría de nuestros ajedrecistas americanos con mérito para tal reconocimiento.
Nuestra concepción del ajedrez
También estimamos importante señalar que, en el Salón, apreciamos una serie de ideas, percepciones e imágenes sobre el ajedrez que deseamos compartir en este momento:
- El juego de ajedrez es producto de una alta expresión del ingenio de antiguas civilizaciones; ha evolucionado a partir de los cambios y transformaciones sufridos en el tiempo, consecuencia de la creatividad y desarrollo del talento de sus jugadores; su capacidad de adaptación a las características y condiciones técnicas de los diferentes contextos históricos y geográficos en los cuales han participado.
- El ajedrez es una construcción social; la consecuencia y expresión de procesos civilizatorios complejos. Es el resultado de un arduo trabajo colectivo llevado adelante desde su concepción como juego hasta su definición contemporánea como deporte.
- El juego de ajedrez está configurado en una gran memoria colectiva; su lenguaje, sus saberes y experiencias se recrean en una dinámica permanente.
- El juego de ajedrez está en el origen de obras notables que constituyen pruebas reales por su belleza, armonía y síntesis de alto intelecto humano.
- El actual juego del ajedrez tiene un alto valor simbólico que proviene de su relevante significado social y su función como referencia de tradición e identidad entre sus millones de cultores de los cinco continentes.
- El ajedrez también es una poderosa herramienta pedagógica. Los estudios sugieren que el estudio y práctica sistemática del ajedrez estimula el desarrollo de una serie de virtudes y habilidades de la mente, como ninguna otra actividad del ingenio humano. En particular, las de carácter intelectual y moral.
- En tal sentido, debemos reconocer que el juego de ajedrez es una expresión de cultura. A través de los siglos, miles de hombres y mujeres de diferentes clases sociales, razas, credos políticos y religiosos se han convertido, gracias a la memoria de las partidas de ajedrez, en vehículos anónimos de esta herramienta de juego, de deporte y de promoción cultural. Son obras indestructibles, que el paso del tiempo hace cada vez más vigorosas. Este legado se transmite de generación en generación.
- Con base en estos y otros argumentos, apoyamos la solicitud ante la UNESCO del reconocimiento del ajedrez como Patrimonio Cultural Intangible de la Humanidad.
El ajedrez argentino presente
Ahora bien, es oportuno expresar que, en nuestro Salón, no solo estamos interesados en promover el legado de los maestros del ajedrez, sino a los entrenadores, árbitros, educadores, difusores, clubes y eventos relevantes; todo en el marco de lo que entendemos por justicia social y reconocimiento al mérito de quien en buena lid se lo haya ganado.
Con base en esta selección hecha en 2021, el ajedrez argentino cuenta con siete nominaciones:
Miguel Najdorf, Oscar Roberto Panno, Erick Gottlieb Eliskases, Julio Bolbochán, Roberto Gabriel Grau, el Torneo de las Naciones de Buenos Aires (1939) y el Club Argentino de Ajedrez.
El maestro Oscar Panno se convirtió en la figura central del acto, conjuntamente con los representantes del Club Argentino de Ajedrez, fundado en 1905 y encabezados por su presidente Chesquiel Hansman y Mario Petrucci de la FADA, en representación de la junta directiva y comité organizador del Torneo de las Naciones de Buenos Aires de 1939.
En relación con el Torneo de las Naciones, Petrucci informó que su federación sigue haciendo gestiones ante la Comisión de Historia de la FIDE, en el sentido de que sea reconocida Buenos Aires como sede oficial FIDE a partir de la asamblea general celebrada ese año de 1939.
Finalmente, pudimos expresar que es nuestro deseo que el legado y conocimiento presente en la obra vital de estos ajedrecistas e instituciones, se divulgue por todos los medios posibles a favor del enriquecimiento de la cultura ajedrecística de los cultores del ajedrez, cualquiera sea su condición, donde quiera que se encuentren a lo largo y ancho de nuestra hermosa América.
Fuente: chessbase.com