La pandemia global del Covid-19 ha supuesto un cambio de paradigma rotundo en muchos ámbitos, ya sean políticos, económicos, deportivos o culturales, entre otros. Las relaciones intrapersonales necesitan ser reformuladas, en orden de controlar la álgida propagación del virus.
Entonces, una vez terminada la pandemia y los confinamientos, y aunque esta situación sanitaria tenga para largo, surgen varios interrogantes: ¿cómo se verá afectado el ajedrez presencial?, ¿volverá el público a los torneos y los jugadores se darán la mano al comenzar las partidas? o ¿qué habremos aprendido de la práctica ajedrecística online?
Intentemos dar respuestas a estas preguntas.
Primeros impactos de la crisis del coronavirus en el ajedrez de élite
Hace unos meses, más precisamente el 6 de marzo, Teimour Radjabov anunció su renuncia a jugar el Torneo de Candidatos 2020. Alegó que la FIDE no tomó todas las medidas de prevención pertinentes para cuidar a los jugadores frente a, en ese entonces, la creciente epidemia de Covid-19 en el mundo. Pocos días después, el once de marzo, la OMS declaró como pandemia al coronavirus. Recién el 26 de marzo, y con la primer mitad del Torneo ya celebrada, la FIDE anunció finalmente (y con cierta demora) la suspensión del evento.
Es cierto que, como éste, miles de encuentros y competencias deportivas en todo el mundo se vieron abocados a la cancelación. También es cierto que el ajedrez es uno de los pocos deportes que puede jugarse de forma online, aunque existan varias críticas a este formato. Lo indudable es que, si se pretende volver a la modalidad presencial tanto en el ajedrez como en otros deportes, habrá que replantear el modo en el que se hace. Es imprescindible que se tomen las medidas necesarias para precautelar la salud de toda la comunidad ajedrecística.
¿Cómo se prepara el retorno del ajedrez presencial?
La FIDE ya publicó una serie de recomendaciones para evitar la propagación del coronavirus, en cualquier evento ajedrecístico del mundo. Obviamente, éstas no difieren mucho de aquellas que las autoridades sanitarias han repetido hasta el cansancio.
Los torneos o competiciones deberán reducir su aforo para que sea posible guardar la distancia social correspondiente de al menos un metro entre jugadores, árbitros o público. Aparte, todos los asistentes al evento deberán utilizar mascarilla y tener un fácil acceso al lavado de manos y al uso de gel hidroalcohólico. Los tableros también deberán estar a por lo menos un metro de distancia entre ellos. Por otro lado, todo el mobiliario ajedrecístico como los tableros, las piezas o los relojes, deberán ser higienizados tanto antes como después de cada partida.
A estas medidas podríamos agregar algunas más que de momento la FIDE no ha contemplado, pero que ya se han puesto en marcha en otros escenarios. Una es el registro obligatorio de los datos personales y de residencia de cada asistente, para poder ser rastreados ante la eventual confirmación de un caso positivo en coronavirus. Y la otra es someter a los y las asistentes a tests de Covid-19 durante los días previos a la celebración del evento.
¿Qué perspectiva tiene el ajedrez presencial de cara a un futuro próximo?
Con todas las recomendaciones o medidas preventivas tomadas, no resulta extraño poder pensar en un Campeonato del Mundo de Ajedrez de forma presencial. En este sentido, la FIDE deberá poder articularse satisfactoriamente con las autoridades sanitarias y deportivas de cada país donde determinados eventos ajedrecísticos tengan lugar.
Aún así, con el gran crecimiento del ajedrez online y, en términos generales, la buena recepción de los competidores y el público, la FIDE y otras federaciones nacionales no descartan poder continuar con el desarrollo, en todos los niveles, de actividades ajedrecísticas en formato online. Incluso, desde la FIDE y World Chess, se están desarrollando motores de ajedrez ‘anti-trampa’, basados en tecnología block-chain, para asegurar que las partidas virtuales sean totalmente limpias.
En mi opinión personal, la salud e integridad física de los jugadores es primordial a la hora de impulsar eventos presenciales de ajedrez. Este factor debería anteponerse a cualquier requerimiento o pretensión por parte de sponsors u organizadores. Es todo un dilema, porque el ajedrez presencial, ahora llamado ‘offline’, siempre tendrá otro gusto y disfrute que el ajedrez online, con los jugadores atomizados en sus respectivos hogares.
De momento, si no puede garantizarse la seguridad de los jugadores en los eventos tradicionales de ajedrez, tendrá que avanzarse mucho en hacer a los torneos digitales más transparentes, dinámicos y atractivos. En el medio de una crisis sanitaria, económica y política, cabe recordar que para disputar una partida de ajedrez se necesitan dos personas sanas y enfocadas plenamente en el juego. Toda la comunidad global del ajedrez debería pujar para que continúe siendo así.
Fuente: https://thezugzwangblog.com/Ignacio Vich
