Un empedernido jugador de café
Simón Winawer que perdió la partida que vamos a ver hoy, correspondiente a la decimocuarta ronda del Torneo de Nuremberg de 1896 frente al entonces Campeón Mundial Emanuel Lasker, pasará a la historia del juego-ciencia como uno de los “grandes empedernidos” jugadores de café.
Así mismo lo catalogó el Dr. Siegbert Tarrasch en su magnífico libro del torneo.
Ajedrecistas como Winawer (!?) alegraban siempre los certámenes, porque jamás estaban dispuestos a jugar para tablas (!!).
La gente me dice que no me debería “quemar” tanto escribiendo permanentemente en este blog sobre el “fraude” que suponen las tablas cortas (sin lucha) entre los grandes maestros de la super-élite actual, sobre todo cuando están a priori (sólo a priori) luchando por el Campeonato del Mundo, título que debería ser más “digno” que lo que supone hoy en día.
Créanme, estimados lectores, que a mi, escribir sobre esto no me causa ningún daño moral, ni ético, ni nada de nada (!).
A mi me gusta escribir sobre la historia del ajedrez y contar las cosas como son (!?), aunque no sea “políticamente correcto” (por cierto, odio la política, por lo “falsa” que es).
Y tengo, tenemos los grandes aficionados, la gran suerte de pasarnos de unas partidas a otras (viéndolas con la “calma espiritual” que requiere el asunto) en el momento en que presentimos que en la élite actual comienza a escasear la lucha y surgen entonces los famosos “amaños” de partidas.
¿Recuerdan lo que le sucedió a Bobby Fischer cuando se quejaba amargamente del pacto de no agresión de los soviéticos, cuando jugaban entre ellos?.
Pues eso. La historia, esta vez en otro contexto, en parte se repite.
Y nosotros mientras eso irremediablemente ocurre porque la “inepta F.I.D.E”, así lo permite en sus normas, ¿qué hacemos?.
Pues nos ponemos a ver alegremente partidas como la que sigue, en donde Winawer quiere atacarle a toda costa a Lasker (!?), sin lograrlo, claro está.
Y después de haberla visto y comentado luego para todos Vdes. siguiendo notas de ilustres maestros del tablero, ¡nos quedamos más felices que las pascuas!.
¡Qué poco nos hacen falta a nosotros, los grandes aficionados, los “burritos” del tablero (ver artículo: para disfrutar del ajedrez del bueno!.
Ver foto llamada Winawer.
Ver partida entre Winawer y Lasker.
Por: Angel Jiménez Arteaga aarteaga61@gmail.com