Especial www.enrocate.com / Enero 29, 2011.- Por naturaleza los niños no siempre distinguen lo real de lo irreal debido a la enorme imaginación que tienen, ellos construyen su propio mundo para jugar, estando solos o acompañados, ellos podrán hacer de cualquier cosa un juego: juguetes, ropa, cajas, adornos, amigos imaginarios; y por qué no, el tablero de ajedrez. El ajedrez es un juego de estrategia que puede ser aprendido desde los 4 años de edad, jugadores profesionales de la actualidad han comenzado a jugarlo desde temprana edad. Este juego requiere de ejercicio, desarrollo mental y tiene carácter formativo sobre la personalidad ofreciendo las siguientes ventajas: · Crea vínculos con personas de diferentes culturas y generaciones al ser indispensable interactuar con los demás y conciliar su punto de vista con el del otro; ayudando al niño a atenuar y superar su egocentrismo característico. · Como cualquier otro juego es una actividad competitiva que favorece el desarrollo de la capacidad de lucha en la vida. · Ética, para jugar se tienen que respetar las reglas, el resultado y los oponentes. · Frente al tablero, es el niño el que toma las decisiones fortaleciendo su carácter porque aprenden a responsabilizarse por sus decisiones. · Hace que los niños aprendan a pensar organizadamente favoreciendo la capacidad de prever situaciones aprendiendo a pensar antes de actuar. La regla “pieza tocada es pieza movida” implica que la decisión es irrevocable y por lo tanto antes de tocar una pieza debe haber meditado con anterioridad. · Motivan la lucha por superarse y resolver sus problemas. · Ejercita la memoria y la concentración, al identificar y clasificar la información del entorno que favorece la construcción de modelos, lo cual permite un rápido aprendizaje de conocimientos adquiridos estableciendo relaciones de causa-efecto, elaborando sus propias conclusiones y trabajando para el logro de objetivos personales. · Favorece la creatividad que es la base para que en el futuro la utilicen en la solución de problemas académicos y de su vida cotidiana. · Desarrolla la paciencia y la perseverancia. · Incrementa la atención y la autoestima. · El ajedrez beneficia el desarrollo de habilidades cognitivas tanto verbales como numéricas que favorecen el proceso de aprendizaje: razonamiento lógico, inteligencia emocional y la intuición. · Ejercitan la habilidad de mantenerse al tanto de dos o más situaciones en paralelo. · Motiva hábitos de estudio, lectura e investigación en la rama de la filosofía, matemática e informática. · Al ser un juego de mesa, puede ser jugado en cualquier lugar. Para iniciarlos en el juego del ajedrez lo mejor es que el niño vea a otros jugar ajedrez, sin presionarlo a hacerlo; ellos son curiosos por naturaleza y no tardarán en interesarse por sí solos en el juego. Es en este momento cuando debemos explicarle a manera de una historia mágica o cuento (representación) el objetivo del juego, la función y movimiento de cada pieza, las reglas básicas; es importante que sea de esta forma (apoyándonos en la imaginación del niño) a fin de atraer su atención y que logren interiorizar y entender todo. |
Fuente: www.ajedrezcusco.com.