Un refugiado, según lo establecido por el estatuto de la Convención
de Ginebra. Es “una persona que huye de su país y no puede o quiere
retornar a él por temor a ser perseguido a causa de su raza, de su
religión, de su nacionalidad, de sus ideas políticas o de su pertenencia
a un determinado grupo social”.
Los estudios realizados a la fecha sobre esta temática, por parte del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados
(ACNUR), indican que cuatro son los problemas sociales que
–mayoritariamente= afectan a los refugiados. Estos factores son la
Integración laboral, la Xenofobia y el racismo. la Educación y la
Depresión y los traumas psicológicos.
Educación y conflictos emocionales como problemas
El ACNUR es la organización de las Naciones Unidas (NN. UU) encargada
del tema refugiados en el mundo. Trabaja con gobiernos y organizaciones
internacionales para garantizar una educación de calidad para los niños
y jóvenes refugiados de todo el mundo. El ACNUR reconoce a la educación
como un derecho humano básico, consagrado en la Convención sobre los
Derechos del Niño de 1989 y la Convención de 1951; y cuenta con más de
250 campamentos distribuidos en los 5 continentes, pero, uno de sus
grandes problemas es el relacionado con el espacio necesario para
satisfacer diversas necesidades como el juego y los deportes. Debido a
esta fuerte limitación, muchos niños y jóvenes se ven privados de la
posibilidad de participar regularmente en actividades educativas,
recreativas y/o deportivas. Es por ello que, siendo el ajedrez un juego
de mesa que normalmente se desarrolla bajo techo, la FIDE estima que se
presenta una oportunidad invalorable para ofrecer su apoyo institucional
y asistencia técnica en cuanto a la creación de los espacios necesarios
para la organización de clubes de ajedrez en cada uno de tales
campamentos; enfocando su energía, principalmente en grupos de niños,
niñas y jóvenes con edades comprendidas entre los 6 y 20 años.
El ajedrez social y terapéutico como alternativa
En este sentido y en tanto ajedrecistas ¿qué podemos hacer más allá
de comportarnos como testigos u observadores pasivos de este creciente
drama? ¿Cómo podemos contribuir en aliviar algunas de sus necesidades,
por ejemplo, en lo educativo y lo emocional? Considero que podemos hacer
mucho y parte de la respuesta puede encontrarse en acciones
contundentes ejercidas por las más altas autoridades FIDE y de las
federaciones nacionales de ajedrez donde ocurre este tipo de
situaciones.
Una acción basada en una estrategia ya conocida por nuestra
comunidad: la que nos provee el concepto del ajedrez social y
terapéutico.
¿A qué nos referimos? En palabras del psicólogo español Juan Antonio Montero,
se trata de una modalidad de ajedrez que incorpora varios conceptos
teóricos y se aplica en muchos ámbitos y colectivos. Desde un punto de
vista metodológico, el uso social y terapéutico del ajedrez siempre
descansa sobre lo que en psicología se conoce como pensamiento
estratégico; el cual podría definirse como la capacidad que tiene una
persona para conseguir lo que quiere dando respuesta a cuatro preguntas
que en apariencia son sencillas: ¿dónde estaba ayer? ¿dónde estoy hoy?
¿dónde quiero estar mañana? y ¿qué haré para conseguirlo?
Según este mismo autor, la aplicación social y terapéutica a través
del ajedrez está teniendo un auge muy significativo en los últimos años.
Y ello se debe a la puesta en marcha de experiencias que han demostrado
ser muy eficaces en colectivos como: Comunidades Terapéuticas y centros
de tratamiento de drogodependencias, Reclusos y centros de menores,
Enfermos de Alzheimer, Síndrome de Asperger, Autismo y otros trastornos
mentales, Casos de TDAH. Síndrome de Down, Residencia de ancianos,
Desempleados e Indigentes y otros colectivos en riesgo de exclusión.
¿Ante este espectro, los refugiados pudieran acceder a algún tipo de
atención o nuevo proyecto con enfoque social y terapéutico?
Definitivamente sí.
Reflexionando sobre esta problemática, a principios de 2019
planteamos ante FIDE una propuesta denominada Solidaridad FIDE “Ajedrez
en los refugios” una posición empática y responsable de la FIDE,
organizaciones ajedrecísticas y gente del ajedrez, para con los millones
de Refugiados y Migrantes coordinados por el ACNUR. El objeto central
de la misma es el de contribuir con la mejora de sus condiciones de vida
y garantizar el ejercicio del juego, en tanto derecho humano
fundamental; fomentando con estas acciones la cohesión social y la
integración en la comunidad.
Nuestro propósito
Mediante un proceso de fundación de clubes y su participación en
cursos de alfabetización ajedrecística, los jóvenes del campamento
podrán adquirir conocimientos y destrezas básicas que les permitan
realizar partidas de ajedrez en un marco legal y organizado; sirviendo
esto como base para la posible participación en eventos ajedrecísticos
de distinta naturaleza: simultáneas, matches, torneos y campeonatos.
Además, facilitar la posibilidad de acceder al conocimiento, valores y
experiencias propias de la cultura ajedrecística.
El club de ajedrez en tanto unidad organizativa
El club de ajedrez es una estructura organizativa que combina
actividades de tipo educativa, deportiva y social. Son la base
organizativa del movimiento ajedrecístico en la mayoría de las naciones
del mundo. Desde el punto de vista jerárquico los jugadores constituyen
los clubes, estos a su vez forman las asociaciones y estas últimas las
federaciones nacionales y, en algunos casos, las confederaciones.
Entonces, cada Refugio ACNUR deberá contar con, al menos, un club de
ajedrez. Este club deberá tener su propio espacio o ambiente, con
dotación y personalidad propia; con estatutos y acta constitutiva que
identifique su misión, visión y estructura; su programación, objetivos y
metas.
A los efectos de esta propuesta “Una propuesta para la promoción del
ajedrez en los refugios ACNUR”, será necesario un espacio cerrado y
techado dónde ubicar algunas mesas y sillas, archivos con el material
básico (tableros, piezas, relojes, planillas, etc.) y alguna cartelera
dónde colocar información relacionada con la directiva del club,
programación, clasificación de sus jugadores, etc.
Productos del proyecto
Como consecuencia de la fundación de clubes de ajedrez en los
refugios, en cada uno de ellos se aspira: la formación de al menos
veinte (20) alfabetizadores y organizadores de actividades
ajedrecísticas; la incorporación, de doce (12) adultos, mayores de 18
años, para colaborar como directivos de los mismos; la inserción de al
menos, cien (100) niños, niñas y jóvenes con edades comprendidas entre
los 6 y 20 años; el desarrollo de, al menos, un (1) curso de
alfabetización ajedrecística por cada alfabetizador formado ya
incorporación de cien 100 miembros del club a cursos de alfabetización
ajedrecística.
Impacto social del proyecto
Después de haber alcanzado las metas establecidas en “Una propuesta
para la promoción del ajedrez en los refugios ACNUR”, aspiramos que las
mismas contribuyan a modificar favorablemente y en forma estable, las
condiciones iniciales de los refugiados que propiciaron su diseño.