por Albert Silver
En un estudio que acaba de publicarse, se demuestra que el ajedrez es una de las estrategias más útiles para ayudar a prevenir la demencia. El estudio siguió a más de 10.000 australianos mayores y sus hábitos, y abarcó 10 años. La conclusión fue que el ajedrez permite "una mayor eficiencia en el uso de las redes cerebrales".
Foto archivos Albert Silver |
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Después se sentó con varios periodistas, entre ellos yo, y tuvo la amabilidad de responder a algunas preguntas. Como periodista especializado en ajedrez, le pregunté qué opinaba de la iniciativa de algunas escuelas de incluir el ajedrez en el plan de estudios y no sólo como actividad extraescolar (como el club de ajedrez o el equipo de fútbol). Pensó un segundo y me contestó:
Lo he comprobado con los ajedrecistas, la comunidad de grandes maestros. No hay ninguna otra cosa que todos ellos hagan muy bien. Harán alguna otra cosa muy bien, pero no hay ninguna otra cosa que se repita entre ellos, y eso me intriga. Esto me hizo preguntarme si el ajedrez no se contagia de otra manera que no sea la disciplina que se necesita para haber alcanzado esa meta en primer lugar. Y el éxito en cualquier cosa en este mundo requiere disciplina. Así es como he llegado a pensar en ese problema.
Desgraciadamente, no hubo oportunidad de hacer un seguimiento porque le llamaron inmediatamente para hacerle una entrevista a distancia por teléfono, pero recuerdo claramente que discrepé con él sobre los limitados méritos del ajedrez. Según él, el único mérito real del ajedrez es la disciplina que exige a un jugador para convertirse en maestro o gran maestro, y ese nivel de disciplina es la clave del éxito en casi cualquier campo, pero en sí mismo el ajedrez sólo es realmente útil para mejorar el nivel de ajedrez.
Ahora bien, entendí el quid de su pensamiento, ya que los argumentos que se esgrimen para promover el ajedrez en las escuelas es que se traduciría en mejores resultados en matemáticas y ciencias, y por mucho que quiera apoyar esto, realmente no me lo creo.
Numerosos estudios alaban los beneficios del ajedrez en asignaturas como las matemáticas
Quiero decir, claro, calculas en matemáticas y calculas en ajedrez, pero son completamente diferentes, y calcular varias jugadas por adelantado en ajedrez no tiene nada que ver con calcular en álgebra o cálculo.
Eso no significa que piense que el ajedrez no tiene valor intelectual fuera de sí mismo, simplemente no creo que sea ahí donde reside su valor intrínseco. Siempre he pensado que el ajedrez es uno de los mejores y más completos ejercicios mentales que se pueden hacer, y no importa si eres un jugador débil o fuerte. Hace trabajar la memoria, la concentración, la visualización, la resolución de problemas, la imaginación, la lógica y mucho más.
El ajedrez es como el entrenamiento con pesas para el cerebro
Así que, del mismo modo que levantar pesas en el gimnasio no mejorará la técnica de un tenista en la pista, sí aporta beneficios secundarios a su juego en general, al fortalecer su cuerpo y darle la capacidad de dar lo mejor de sí mismo.
Sin embargo, por mucho que mantuviera esta creencia, e incluso la expresara en alguna ocasión, no dejaba de ser eso: mi opinión. Al menos, hasta ahora. Acaba de publicarse un nuevo estudio que sugiere que todos mis argumentos eran correctos, aunque no sobre el valor del ajedrez en las escuelas. El estudio se publicó en JAMA, la revista de la Asociación Médica Estadounidense, y versa sobre geriatría.
El estudio se realizó en nada menos que 10.318 australianos mayores de 70 años y abarcó un periodo de 10 años. Los géneros se repartieron de forma relativamente equitativa, con un 52% de mujeres entre los participantes, y su objetivo era ver qué actividades realizaban y cuáles resultaban más útiles para prevenir el desarrollo de la demencia.
El Instituto Nacional de la Salud define la demencia como:
...la pérdida del funcionamiento cognitivo —pensar, recordar y razonar— hasta tal punto que interfiere en la vida y las actividades cotidianas de una persona.
Para que quede claro: esto no es Alzheimer. El Alzheimer causa demencia, además de la lista de síntomas presentada aquí arriba, pero la demencia no es Alzheimer.
Sin embargo, el estudio no se centró en el ajedrez, lo que sería absurdo, sino que clasificó las actividades en tres grandes grupos:
- Actividades artísticas creativas como las manualidades, la pintura o el dibujo.
- Actividades mentales pasivas, como leer libros o periódicos, ver la televisión o escuchar música.
- Y actividades mentales activas como escribir cartas, asistir a clases de educación, hacer crucigramas y rompecabezas o jugar al ajedrez. Para que quede claro, esta no es mi interpretación de lo que los investigadores entendían por actividades mentales activas, sino que son las que menciona específicamente el estudio.
Aun así, antes de declarar que el ajedrez es la mejor forma de prevenir la demencia, hay que tener en cuenta que las cifras indicaban una disminución de entre el 9% y el 11% de la probabilidad de desarrollarla, y no se trataba de un chaleco antibalas. Incluso las actividades mentales pasivas ayudaban, sólo que ayudaban menos.
Al hablar específicamente del ajedrez, los autores del estudio opinaron que las actividades mentales activas mostraban las mayores asociaciones con la reducción del riesgo de demencia, posiblemente como reflejo de una mayor estimulación cognitiva. Y que permitía una mayor eficiencia en el uso de las redes cerebrales.
Añadieron además que muchas de estas actividades son de naturaleza competitiva e implican estrategias complejas y resolución de problemas. Utilizan diversos dominios cognitivos, como la memoria episódica, las habilidades visoespaciales, el cálculo, la función ejecutiva, la atención y la concentración.
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Así que, aunque no hay garantías de que vaya a prevenir el desarrollo de este tipo de enfermedades, si buscas excusas para jugar al ajedrez, y además excusas muy buenas, este estudio las tiene.
La conclusión es que, al igual que hemos aprendido la importancia del ejercicio y la dieta para prolongar la calidad de vida, ahora está claro que lo mismo se aplica al ejercicio del cerebro, y el ajedrez puede formar parte de esa estrategia. Aunque ni el ejercicio físico ni las actividades mentales activas garantizarán la longevidad del cuerpo o de la mente, sí ofrecen las mejores oportunidades para vivir los años que se tienen con el mayor disfrute y calidad. Como decían los romanos, Mens Sana in Corpore Sano. Una mente sana en un cuerpo sano.
Fuente: chessbase.com