Por: Eduardo Bermúdez Barrera, PhD. Universidad del
Atlántico
GM Julio Bolbochán (Foto tomada de ajedrezesmimundo.blogspot.com) |
En un caluroso agosto de 1990, en
la ciudad de Jacksonville, al norte de la Florida, mientras se desarrollaba el
Torneo Abierto de Ajedrez de los Estados Unidos, recuerdo las gratísimas
conversaciones con los maestros Isidoro Cherem y León Schorr. El ex campeón
colombiano Luis Baquero tuvo la cortesía de presentarme a estos dos veteranos
del ajedrez venezolano. El tema principal fue, la sorprendente información,
secreta por entonces, del probable regreso de Bobby Fischer. En efecto Fischer
volvió a jugar en 1992 contra Boris Spassky. No había duda que Cherem estaba
muy bien informado y que era uno de los más cercanos amigos de Bobby.
Pero, dónde aparece Julio Bolbochán? Nuestro
homenajeado, se radicó en Venezuela, hacia el año de 1976, gracias a los buenos
oficios de Isidoro Cherem y otro de los tópicos de nuestros diálogos, giró en
torno a los elogiosos comentarios sobre su amigo Julio Bolbochán, quien
enseñara por muchos años ajedrez magistral en Caracas y con ello contribuyó
decisivamente a la formación de los primeros maestros internacionales
venezolanos. Para el US Open 1991 en Los Angeles, Cherem y Schorr volvieron a
jugar y esa vez convencieron a Bolbochán para que los acompañara. Cuentan que
en alguna de las rondas hubo un curioso espectador de elevada estatura, copiosa
barba y camuflada gorra que se acercó a
la mesa donde jugaba Bolbochán, era el propio: Bobby Fischer.
Quien era este casi desconocido
jugador que había hecho salir de la clandestinidad al mismísimo Robert J.
Fischer: Julio Bolbochán, a quien, si la Federación Internacional de
Ajedrez F.I.D.E., en sus primeras
atribuciones de títulos de GM, no hubiera circunscrito el pergamino solo
a jugadores europeos, se le hubiera debido reconocer, en 1952, como el primer
Gran Maestro de ajedrez nacido en Argentina. Ya para ese año, Bolbochán había
ganado dos veces el Campeonato argentino (1946-1948), el Torneo Zonal Suramericano
de Mar del Plata 1951, empatado con Eliskases y la medalla de oro en la Olimpiada de
Dubvronik, 1950, por su extraordinario desempeño en el segundo tablero del
equipo argentino. Excelentes logros, que exceden hoy día los requisitos mínimos
para titularse GM.
En cuanto a su estilo de juego
hay que decir que su formación le debe mucho a la era Capablanca-Alekhine. Su
claridad en los finales de partida y el gusto por el juego simplificado, con
pocas piezas, debe ser una influencia del gran campeón cubano. Mientras que
cierta agudeza táctica para ejecutar sorprendentes combinaciones ganadoras
podría ser la influencia del inmortal campeón ruso, con quien pudo compartir
por varias semanas, cuando Alekhine estuvo en 1939 asesorando al equipo
argentino poco antes de la Olimpiada.
De sus victorias podemos
seleccionar las siguientes: contra Max Euwe, en el Torneo Mar del Plata, 1947, donde refuta un sacrifico de
calidad del ex campeón mundial, quien confiaba en su cadena de peones para
restringir el juego negro, pero el joven maestro argentino contraataca por el
flanco de dama con sus fuertes e incisivas torres, para finalizar la partida
con un mate neto. Ese día se hizo a sí mismo un valiosísimo regalo de cumpleaños
pues fue justamente un 20 de marzo.
Otra de sus producciones a
destacar es su victoria con Svetozar Gligoric, también en Mar Del Plata, pero
esta vez en el Torneo de 1950. Esta partida nos muestra a Bolbochán en una de
sus mejores facetas, la de eximio finalista. Quizá Smyslov o Benko hubieran
podido encontrar las jugadas correctas para hacer tablas en este clásico final
del versátil alfil contra un relativamente torpe caballo. Pero quedó claro, en
ese momento, que el juego práctico en finales del maestro argentino era
superior al de Gligoric, quien ya era un candidato al título mundial.
De su habilidad táctica en los
finales también podemos mencionar la quinta partida de su match con Rossetto
por el campeonato argentino de 1948. De una Apertura Ruy López, Variante del
Cambio, llegamos a un final que, muy seguramente, pudo deleitar a Bobby
Fischer. Aquí la pareja de caballos domina la escena y sorprende que no sea la
mayoría de peones en el flanco rey la que se anote la victoria, sino una
amenaza letal de mate al rey negro en el mismo centro del tablero.
Najdorf y Julio Bolbochán
compartieron no solo muchos torneos en Argentina, sino también muchas horas de
análisis. Resultado de ello, es que Najdorf apreciaba muchísimo la capacidad de
análisis de Bolbochán, ya que lo llevó como su analista al Interzonal de
Suecia, 1948 y los torneos de candidatos de 1950 y 1953. De su match a 10 partidas de 1949, ganó la tercera
partida, en donde, luego de un doble
peón dama eslavo en el cual Bolbochán siempre se movió como pez en el agua. La activa
pareja de alfiles enloquece a una torre negra del polaco la cual tiene poca
movilidad y el punto se lo anota el menor de los hermanos Bolbochán.
En el año de 1954 hubo un
acontecimiento de enorme significación para el ajedrez mundial: en pleno
gobierno peronista se enfrentaron a diez tableros los equipos de la U.R.S.S.
Medalla de Oro olímpico vs. Argentina, Medalla de Plata. La victoria fue
contundente para los soviéticos, pero, en el segundo tablero se enfrentaron
Paul Keres y Julio Bolbochán, el resultado del mini match a cuatro partidas fue
un empate para Keres quien solo igualó en la cuarta partida, luego de hacer
tablas en las dos primeras, ya Julio había ganado la tercera. Este gran punto
lo consiguió Bolbochán con un magnífico dominio de las diagonales para sus
activos alfiles combinados con una ágil dama blanca. Este mencionado encuentro
nos hace caer en cuenta que para marzo de 1954, Julio Bolbochán era el jugador
más fuerte del mundo entre los maestros no nacidos en Europa, pues Reshevsky y
Najdorf vieron su luz vital y ajedrecística en Polonia.
El Ranking Continental, para los
nativos de América-según Chessmetrics- para 1954, estaba así:
1) Julio
Bolbochán 2673 Argentina
2) Oscar
Panno 2637 Argentina
3)
Larry
Evans 2626 U.S.A.
4) Miguel
Cuéllar 2623 Colombia
5)
Robert
Byrne 2622 U.S.A.
6)
Héctor
Rossetto 2620 Argentina
7)
Carlos
Guimard 2562 Argentina
8) Juan
C. González 2561 Cuba
9) René
Letelier 2555 Chile
10)
Arthur
Bisguier 2544 U.S.A.
Hay, por supuesto, muchas otras partidas originales de este clásico gran maestro argentino. No
podemos dejar de mencionar un trío de partidas cortas contra Wade, Evans y
Pachman. La primera de estas fue jugada en el Torneo en memoria de Reti en la
República Checa, El neozelandés queda estupefacto con la jugada 19. Dxe4 y es
obligado a resignar en solo 20 movidas. La segunda de las tres miniaturas se
jugó en el marco de la Olimpiada de Helsinki, 1952, el por entonces veinteañero
maestro norteamericano Larry Evans, es superado ampliamente por un curtido
conocedor de los temas de ataque del sistema Alekhine del Gambito de Dama
aceptado. El rey en el centro fue castigado inmisericordemente. El trío de
miniaturas es completado aquí con la partida en donde Ludek Pachman, el gran
teórico Checo que hiciera grandes aportes a la didáctica del juego, es
sorprendido, saliendo de la apertura con un sacrificio de Dama y recibe un mate
en solo 23 jugadas. Otra vez la pareja de alfiles es manejada como si fuera una
pequeña dama por el argentino.
Oscar Panno fue quizá el joven que
se apropió más a fondo del saber ajedrecístico de Julio Bolbochán. Baste decir
que cuando Panno ganó el Campeonato Mundial Juvenil en 1953 su entrenador, Bolbochán
estaba invicto en olimpiadas y, por aquellos años 1951-1955, estuvo entre los
20 mejores jugadores del mundo, además, ya había compartido análisis, en varios
Supertorneos, con la élite del ajedrez mundial.
Finalmente hay que decir que
Julio Bolbochán, es un ejemplo para la teoría general de la experticia en el
sentido de que cuando se tiene una práctica deliberada, como la de él,
creciendo en el seno de una familia netamente ajedrecística, esos procesos
fundamentales aprendidos en su más tierna infancia, no decaen notoriamente, ya
que desde su victoria contra el reputado teórico Czerniak en Mar del Plata
1941, hasta su maravilloso empate contra el verdugo juvenil de Kasparov,
Yermolinski, en el US Open, 1991, son 50 años jugando un ajedrez de muy alto
nivel técnico.