Ding cumple y estará en la final
El primer cabeza de serie elimina con claridad en la primera tanda del desempate a su compatriota Yu
Por Leontxo García
Janti Mansiisk
Las sospechas de posibles componendas entre los dos chinos para que
ambos estén en el Torneo de Candidatos eran infundadas. El mejor, Liren
Ding, 3º del mundo y primer cabeza de serie de esta Copa del Mundo,
se ha impuesto sin sufrir a su compatriota Yangyi Yu, 15º del
escalafón, por 1,5-0,5 en el desempate rápido. Tras el descanso del
domingo, Ding jugará la final en Janti Mansiisk (Rusia) frente al
azerbaiyano Teimur Radyábov de lunes a jueves, al mejor de cuatro
partidas, con eventual desempate el viernes.
Las
dos partidas lentas entre ambos del jueves y el viernes, que terminaron
en tablas con bastante rapidez y sin mucha sustancia, desataron las
especulaciones en las redes sociales. Como Ding tenía ya casi asegurada
su presencia en el Torneo de Candidatos por ser, con gran diferencia,
quien ostenta el mejor promedio de puntos Elo desde febrero de 2019 (sin
contar al actual campeón, Magnus Carlsen, ni al subcampeón y ya
clasificado, Fabiano Caruana), la sospecha era que iba a dejarse ganar
por Yu para que este, como finalista de la Copa del Mundo, fuera uno de
los ocho que lucharán -probablemente en Yekaterimburgo (Rusia), el
próximo marzo o abril- por ser el próximo retador de Carlsen.
Sin embargo, esa hipótesis tenía varios puntos débiles. No se
recuerda ningún antecedente de amaños ordenados (o de comportamientos
poco éticos) por la Federación China de Ajedrez. Además, dado que la
probabilidad de que Yu ganase el Torneo de Candidatos sería muy pequeña,
la operación resultaría muy poco rentable porque implicaría el precio
de irritar profundamente a Ding, quien no solo es el 3º del mundo desde
hace tiempo, sino que se perfila una y otra vez como el rival más duro
que Carlsen puede tener en noviembre de 2020. Otra cosa, mucho más
creíble pero imposible de demostrar, sería que Ding y Yu hubieran
acordado hacer tablas sin lucha en las partidas lentas para ahorrar
energía, y jugárselo todo en las rápidas, como probablemente hicieron
-en este caso sí hay indicios sólidos- Radyábov y su compatriota
Mamediárov en octavos de final.
En todo caso, las dudas se disiparon muy pronto, en la apertura de la
primera partida del desempate rápido: Yu, con blancas, sorprendió con
su sexta jugada a Ding, pero pocos minutos después todo indicaba que el
sorprendido era él -ya fuera porque había encontrado un agujero en su
preparación casera o por un fallo de memoria-, a juzgar por sus largos
tiempos de reflexión para decisiones más bien evidentes. De hecho, se
quedó con un peón de menos, pero encontró la manera de lograr cierta
compensación, e incluso una pequeña ventaja más tarde, pero tenía tan
poco tiempo que ofreció tablas para evitar males mayores.