Por:
Universidad del Atlántico
Hoy, 24 de diciembre de 2018, se
cumplen 150 años del nacimiento, en Berlichen, cerca de Berlín, en Alemania, de
Emmanuel Lasker. Kramnik nos dice que fue Lasker quien descubrió el ajedrez
moderno. Afirma además que las partidas de Lasker podrían ser propias del
ajedrez actual. Él, sigue diciendo Kramnik: “…descubrió que hay varios tipos de
ventajas y ellas son intercambiables: la ventaja táctica puede ser transformada
en ventaja estratégica y viceversa.”
Reuben Fine por su parte, está
convencido que es a Lasker a quien le debemos que el ajedrez se volviera una
empresa profesional. “…su carrera fue la más extraordinaria de todos los
tiempos”, agrega Fine que: “lo que él hizo en el ajedrez es verdaderamente
impresionante”. “por treinta años Lasker fue el Supermán del ajedrez mundial”. Dice
también que Lasker fue, de lejos, el más versátil de los campeones mundiales.
El excampeón mundial Vasily Smyslov
dijo en una entrevista, que todos los campeones mundiales de ajedrez pertenecen
a una categoría especial. Está claro para la historia del juego ciencia que, sin
Steinitz, no hubiera existido Lasker, sin Lasker jamás hubiera surgido un
Capablanca, sin Capablanca no habríamos tenido un Alekhine y sin Alekhine no
habrían existido ni Euwe, ni Botvinnik y sin este último no habría habido el
ajedrez soviético y sin la Escuela Soviética no habría surgido un Bobby Fischer
y así sucesivamente, hasta llegar al actual campeón mundial actual Magnus
Carlsen.
Volviendo a lo que dice Kramnik:
“Lasker entendió algo muy complejo para su momento: que el ajedrez como juego
es tan complejo que no está del todo claro cuál es la forma
"correcta" e "incorrecta" de jugar. Puedes jugar de maneras
muy diferentes. Lasker fue muy flexible y no usó categorías fijas, quizás el
primer jugador no clasificable de la historia. No pensó en categorías fijas,
por ejemplo, si obtuviste el centro, es bueno, y si no lo hiciste, es malo. Y
ese fue un gran paso adelante en el pensamiento ajedrecístico.”
Su propuesta de puntaje
alternativo muestra una más profunda y sutil comprensión del ajedrez. En efecto
escribió Lasker: “la evolución moderna del ajedrez no favorece el libre juego
de la fantasía; no la recompensa, sino que la desilusiona…se puede jugar mejor
que el oponente, pero esta circunstancia no es suficiente para ganar una
partida cuyo resultado lógico suele ser tablas…frecuentemente, la ventaja
lograda es ínfima y menuda, y, al ponerla en la escala de valores, parece arena
fina pasada por una criba de agujeros grandes”, así en vez de los tres valores
conocidos: 1 para victoria, ½ para tablas y, 0, para la derrota, propuso una
escala más fina de: 10, 8, 6, 5, 4, 2 y 0. Para más detalles, el lector puede
leer en el libro de David Bronstein “200 partidas abiertas”: la partida bajo el
título: “El insensato enroque”.
Lasker hizo progresar el juego
más que ningún otro jugador en la historia. Tarrasch, su gran contrincante dijo
de él: “Lasker perdía partidas ocasionalmente, pero nunca perdió su cabeza”. Él,
decimos nosotros, hizo no solo contribuciones al pensamiento ajedrecístico,
sino hizo también contribuciones a la Matemática y a la Filosofía. Discutió
mano a mano con Einstein sobre su Teoría de la Relatividad y escribió libros y
artículos de hondo calado científico y humano.