El drama de Ivanchuk
El ucranio pierde una partida ganada porque se hace un lío con el reloj y la anotación de jugadas
Por Leontxo García
Vasili Ivanchuk vive en su propio planeta, exclusivo para
genios, del que no tiene más remedio que salir para actividades
esenciales pero banales para él: comer, cumplir con las normas, apuntar
sus jugadas… Ello explica que ayer perdiese por tiempo una posición
ganadora ante el israelí Ori Kobo porque se olvidó de anotar un
movimiento y además se hizo un lío con un modelo de reloj nuevo para él.
Fue la mayor de muchas sorpresas en la 2ª ronda del Festival Tradewise de Gibraltar.
Vasili Ivanchuk, pocos minutos después de perder por tiempo (Foto: John Saunders) |
“Ha sido un momento muy triste para mí”, comentaba el
árbitro español Jesús García Valer. “He tenido que confirmarle que había
perdido por tiempo. En su planilla, había dejado en blanco la jugada
24, y por eso creía que ya había pasado el control de la 40. Además, al
ver que el reloj le añadía tiempo, ha deducido que ya había pasado el
control, pero he tenido que explicarle que eso no es así; estos relojes
añaden automáticamente el tiempo cuando se agota el anterior, no cuando
se realiza la jugada 40”.
Ivanchuk había preguntado precisamente por ese último punto
el día anterior, un minuto antes de la primera ronda, cuando el árbitro
principal, Laurent Freyd, saludó a los participantes y pidió que le
planteasen en ese momento cualquier duda que tuvieran. Pero ya no lo
recordaba, o no entendió bien: “No estoy acostumbrado a este reloj, y me
hago un lío con él”, explicó al director del torneo, Stuart Conquest,
unos minutos después del disgusto.
El genial ucranio, que cumplirá 48 años el 18 de marzo, es
uno de los cuatro mayores de 45 -junto a Anand, Adams y Guélfand- que
aún están entre los 50 mejores del mundo. Hace un mes produjo una
sorpresa enorme al proclamarse campeón del mundo de Rápidas en Doha
(Catar), por mejor desempate que Carlsen y Grischuk. Paradójicamente,
Ivanchuk logró ese impresionante éxito cuando dedica gran parte de su
tiempo a su nueva pasión por otro juego, las damas; por ejemplo, el
pasado septiembre prefirió jugar un torneo internacional de damas en
Austria que formar parte de la selección de su país en la Olimpiada de
Ajedrez de Bakú (Azerbaiyán).
Es muy frecuente verlo abstraído por completo, en algún
rincón del hotel o paseando por la cornisa cercana, entre el sonido de
las gaviotas y la visión de los grandes barcos fondeados en el Estrecho
de Gibraltar.
Puede estar pensando en ajedrez, damas, problemas de
matemáticas o en su esposa… hasta que la parte del cerebro que se
encarga de las cuestiones básicas para sobrevivir le recuerda que debe
regresar al planeta Tierra. En él invierte el tiempo más corto posible,
porque donde él se siente como pez en el agua es en el de los genios.
Fuente: www.elpais.com