Por:
Eduardo Bermúdez Barrera Ph.D
La recientemente finalizada Olimpiada de ajedrez por equipos realizada
en Bakú, resultó una competición bastante reñida y dejó hitos que pasarán a la
historia del deporte ciencia como logros de especial relevancia individual y
colectiva, por ejemplo: 1) El primer lugar de la escuadra de los Estados Unidos
en el evento absoluto algo que, exceptuando Haifa 1976 por lo del boicot del
bloque soviético, no se daba desde 1937 cuando ganaron en Estocolmo, 2) La
extraordinaria actuación del veterano GM Eugenio Torre con 10 puntos de 11
posibles quien, a sus 64 ajedrecísticos años, ha mostrado, como ya lo hicieran
Emmanuel Lasker o Viktor Korchnoi, que la experticia en ajedrez aún se puede
mantener a edades avanzadas, 3) El sorprendente desempeño del joven equipo
peruano ubicándose décimo en la tabla general y primero entre los países
iberoamericanos con los jóvenes Córdoba y Cori batiéndose con los mejores del
mundo de igual a igual.
En la competición femenina, en donde por cierto sorprende que el
movimiento feminista no haya nunca manifestado su desacuerdo y luche porque las
mujeres sean tratadas como iguales a los
hombres, triunfó el equipo chino con la campeona mundial femenina Hou Yifan a
la cabeza. Para resaltar está la siempreviva 1) Pía Cramlimg quien también como
el filipino Torre ha mostrado que los años en ellos tienen un efecto similar a
los de los vinos añejos que los hace mejores, 2) la muy buena actuación del
equipo de Polonia con la sobresaliente Klaudia Kulon haciendo 9 de 11 y 3) Las
ucranianas con las hermanas Muzychuk a la cabeza alcanzaron el bronce. Por
Latinoamérica, otra vez Perú con Daysi Cori se destacó, con 8.5 de 11 puntos en
el primer tablero.
La actuación de Colombia
Sobre los equipos de Colombia hay
que decir que el femenino cumplió de acuerdo con sus expectativas de
preclasificación y las MIF Ingris Rivera y Melissa Castrillón hicieron un
notable aporte al conjunto con sus 7 de 10 puntos. El caso de los varones es
preocupante pues asistieron a la olimpiada los mejores del ranking nacional con
la excepción del GM Jaime Cuartas, quien se había desempeñado con bastante
solvencia en el primer tablero en las últimas 4 ediciones olímpicas. De
cualquier manera esta es una competición por equipos y quedó demostrado en esta
olimpiada que la India sin Anand, Ucrania sin Ivanchuk y Perú sin Granda,
obtuvieron un alto rendimiento si depender de individualidades. Lo preocupante,
queremos decir, está en que las nuevas generaciones de ajedrecistas colombianos
no hayan ganado una sola medalla desde hace 40 años(De Greiff, Cuartas,
Cuéllar)… que, sin demeritar los actuales integrantes del equipo nacional, quienes
han dado muestras de buen ajedrez, no tengamos actuaciones como las del ya
mencionado Perú, puesto 10 en el mundo, o, Paraguay, puesto 19, con un equipo,
este último, que combina juventud de 2600, GM Axel Bachmann, con veteranos
productivos de 2500, como el GM Zenón
Franco.
Un dato estadístico muy significativo para el análisis es el siguiente:
Los ya mencionados peruanos Córdoba y Cori, cuando enfrentaron a GMs,
obtuvieron 11 puntos de 18 posibles, mientras los cinco colombianos en Bakú, en
conjunto, enfrentaron la misma cantidad de GMs acumulando solo 6.5 de los
mismos 18 posibles. De aquí se colige que la gran diferencia estuvo y está, en
la forma como los jóvenes incas “plantaron cara”, como se suele decir en
España, a reconocidos jugadores de talla internacional que aparentemente eran
de mayor jerarquía.
Ya Colombia en el pasado, con la generación anterior a esta (Zapata,
Gildardo, Castro), obtuvo, por ejemplo, en las olimpiadas de Novi Sad 1990 y
Manila 1992, meritorio puesto 20 en ambas ocasiones, quedando por delante de
países como Francia, Holanda, India, Eslovenia, España, Argentina, Alemania,
Polonia, Turquía, etc. Los jóvenes ajedrecistas colombianos tienen que
convencerse que pueden hacer lo que hicieron las generaciones anteriores y lo
que es mejor… superarlo. En el ajedrez como en el tenis, la mentalidad ganadora,
unida al trabajo intenso y constante, produce resultados positivos… quizá el cubano Domínguez y el argentino Del Potro sean el epítome de
esta actitud.