Prioridad: enseñar ajedrez a docentes
Las III Jornadas de Sabadell marcan criterios tras la decisión unánime del Parlamento español
Tres niños visitan la exposición paralela a las III Jornadas de Ajedrez Infantil de Sabadell. / José Martínez |
Capacitar a docentes para impartir ajedrez en horario lectivo de
Primaria con fines pedagógicos (no deportivos). Es la prioridad más
urgente para satisfacer la demanda creada, a pesar de que la decisión
del Congreso de los Diputados el 11 de febrero no será vinculante
mientras no la ratifiquen las Comunidades Autónomas (CC. AA). Así se ha
constatado en las III Jornadas de Ajedrez Infantil de Sabadell, clausuradas este domingo.
Varios asistentes ofrecieron datos que evidencian el aumento de
colegios interesados en impartir ajedrez en Madrid, Castilla-La Mancha,
Andalucía y Aragón, así como el éxito de los cursos de formación
convocados en varias CC. AA. Más avanzados están en Cataluña y
Cantabria, cuyas experiencias piloto –con estudios científicos paralelos
sobre la eficacia pedagógica de las clases de ajedrez- obtienen índices
de satisfacción altísimos entre alumnos, padres y profesores.
El debate sobre quién debe dar las clases de "alfabetización"
(movimiento de las piezas, reglas del juego y nociones básicas de
táctica y estrategia) llegó a una conclusión casi unánime: docentes
profesionales formados en ajedrez elemental. Por tres razones
principales: 1) El objetivo en esa fase de iniciación no es crear
jugadores, sino utilizar el ajedrez como herramienta pedagógica para
enseñar a pensar y transmitir valores; 2) Es más fácil y rápido formar
en ajedrez a pedagogos que en pedagogía a ajedrecistas; 3) Se ahorra el
coste de contratar a monitores externos para dar clases en horario
lectivo.
Sin embargo, los ajedrecistas con dotes pedagógicas también son
imprescindibles, en tres ámbitos: A) Quienes acrediten calidad y
experiencia como profesores –certificadas por los centros que los hayan
contratado- deberían seguir dando clase, como excepciones a lo explicado
en el párrafo anterior; B) Ellos serán los encargados de forman en
ajedrez masivamente a los docentes; C) Si el ajedrez se imparte en
horario lectivo en Primaria, con que sólo el 5% de esos alumnos deseen
seguir aprendiendo después en cursos avanzados (como optativa o
extraescolar en los centros, o con fines deportivos en los clubes y
federaciones), los monitores de ajedrez tendrán mucho más trabajo que
ahora, y serán necesarios muchos más.
Un ejemplo claro del caso A) es Daniel Escobar, vocal de ajedrez
escolar de la Federación Española (FEDA) y profesor de ajedrez desde
hace muchos años en el colegio privado El Altillo, de Jerez de la
Frontera, así como ponente en congresos internacionales. Escobar explicó
en Sabadell los seis títulos de diferentes niveles que deben
habilitarse para satisfacer toda la previsible demanda de los próximos
años. Docente: clases de iniciación en colegios. Educador: profesor de
ajedrez para personas con necesidades especiales (síndrome TDAH,
autismo, Ásperger, cárceles, rehabilitación de drogadictos, retraso o
prevención del Alzheimer, etc.). Instructor (también llamado “Monitor de
Nivel 0”): iniciación técnica en clubes o cursos avanzados en colegios.
Monitor de niveles 1 y 2: tecnificación deportiva. Entrenador (o
“Monitor de Nivel 3”): preparación para la alta competición.
La urgencia de formar docentes no debería ser un gran problema si la
voluntad política mostrada por todos los grupos parlamentarios se
traduce en acciones concretas y rápidas. Bastaría introducir el ajedrez
en los cursos de formación continua del profesorado en toda España para
mejorar la situación sustancialmente, en pocos meses y sin costes
añadidos importantes, dado que esos cursos cuentan con un presupuesto
asignado. Además, el ajedrez es idóneo para que buena parte de esa
enseñanza de imparta por Internet.
El ajedrez engancha, y necesitamos controles para evitar que, en casos extremos, la adicción beneficiosa se convierta en obsesión perjudicial
La FEDA acaba de firmar un convenio con el Ayuntamiento de Linares
(Jaén) en esa dirección. Y cabe esperar que las federaciones autonómicas
se muevan de manera similar. Pero ello requiere un cambio radical de
mentalidad colectiva entre los ajedrecistas, y ahí puede estar el
principal problema para que el desarrollo de la hoja de ruta sea ágil:
el mundo del ajedrez tiende a la endogamia. Son poquísimas las
federaciones que hacen un esfuerzo especial para mirar al exterior:
contactos con potenciales patrocinadores, prensa, autoridades,
educadores; campañas de imagen; políticas de comunicación y relaciones
públicas. Quizá ahora se vea más claro cuánta razón tiene Gari Kaspárov
cuando afirma: “El futuro del ajedrez mundial depende de su introducción
masiva en los colegios como asignatura”.
El equilibrio entre ajedrez educativo y competición fue tratado en
una mesa redonda específica. Joana Lorente, concejala de Deportes del
Ayuntamiento de Llinars del Vallés (Barcelona) recalcó que la práctica
deportiva también transmite valores por sí misma. Montse Durán, jefa del
servicio de Educación del Ayuntamiento de Sabadell, explicó un proyecto
para que la práctica del ajedrez en su ciudad adquiera una verdadera
proyección social (por ejemplo, delimitando zonas y aportando material
para jugar en espacios públicos) y no se limite a las partidas de
competición de la Sociedad Colón, uno de los mejores clubes de España.
Josep Viñas, Secretario General de la Federación Catalana, alertó sobre
la necesidad de que profesores y familias estén atentos para que los
niños ajedrecistas mantengan un equilibrio en su vida: “El ajedrez
engancha, y necesitamos controles para evitar que, en casos extremos, la
adicción beneficiosa se convierta en obsesión perjudicial”.
Fueron muy aleccionadoras las conferencias de dos psicólogos. Lorena
García, de la Universidad de La Laguna (Tenerife) explicó por qué el
ajedrez también desarrolla la inteligencia emocional, además de la
cognitiva, y subrayó la necesidad de evitar que algunos alumnos se
conviertan en perdedores natos. Pep Marí, del Centro de Alto Rendimiento
de San Cugat, recalcó que en ajedrez, como en cualquier otro deporte,
la preparación psicológica es decisiva. Una de las perlas que dejó: “No
llores cuando pierdas; llora cuando hayas dejado de cumplir tu
compromiso de entrenarte como es debido para rendir bien”.
Fuente: www.elpais.com