Bellezas diversas
Los estudios artísticos son una fuente de enorme placer para el ajedrecista. En este, las blancas producen gran belleza sólo con sus peones
Juegan las blancas y ganan |
Estudio de L. Kubbel
150 Endspielstudien, 1925
150 Endspielstudien, 1925
El ajedrez produce ingentes cantidades de belleza, pero no sólo en su
faceta deportiva o artística, como la que surge del estudio que arranca
en la posición del diagrama, sino también en sus aplicaciones
educativas y sociales, como se aprecia estos días en el congreso de
Buitrago (http://goo.gl/hEgUIk). Es
impresionante ver, por ejemplo, como Adriana Salazar en Bogotá o Esteban
Jaureguizar en Montevideo utilizan el ajedrez como herramienta
pedagógica con niños de 2 a 5 años, que en el caso colombiano también
tocan el violín y practican el taekwondo. Bajo el principio de “aprender
jugando y jugar aprendiendo” se transmiten valores y virtudes
esenciales a esa edad, como el respeto por las reglas, las habilidades
psicomotrices (con un tablero gigante en el suelo), la clasificación y
evaluación de objetos, la visión espacial, el pensamiento abstracto…
Volviendo a la posición del diagrama, la desigualdad de fuerzas a favor
de las negras parece aplastante, sobre todo porque los peones blancos
son controlables. Pero el maravilloso Léonid Kubbel (1891-1942) nos
esconde una bellísima sorpresa: 1 e7! (no vale 1 b7? por 1 ..Ac7 2 e7 Af5+ 3 Re2 Axg6 y las negras ganan, con todo bajo control) 1 ..Axe7 2 b7 e4+ 3 Rxc3 Af6+ 4 Rb4! Ae5 (de momento, las negras han parado la tormenta; pero sigue lloviendo...) 5 g7 Ae6
(un vistazo superficial indica que las negras han sometido a los peones
blancos, lo que augura una fácil victoria; sin embargo, las precisas
maniobras del blanco han tejido una tela con enorme veneno...) 6 c4 ¡mate!Correspondencia: ajedrez@elpais.es
Fuente: www.elpais.com