Carlsen rompe el muro de Anand
El noruego logra la primera victoria contra el indio tras una partida de cinco horas y media agotadoras
Es muy difícil jugar contra un híbrido de computadora y ser humano, como Magnus Carlsen, quien por fin ha quebrado la resistencia de Viswanathan Anand.
El noruego exprimió una ventaja microscópica con la precisión del
silicio durante cinco horas y media hasta que el indio, 21 años mayor,
cometió un par de inexactitudes. El campeón intentará aprovechar este
sábado la ventaja de las piezas blancas en la sexta de las 12 partidas
previstas, con el marcador desfavorable por 2-3.
"Hubiera preferido otro resultado, pero lo único que puedo decir es
que seguiré luchando", contestó Anand cuando le preguntaron si las
remontadas que protagonizó en duelos anteriores le inspirarán para
lograr otra. Fue la frase más coherente de un pentacampeón muy
deprimido, que a duras penas aguantó diez minutos ante los periodistas,
antes de que su esposa, Aruna, se lo llevara a toda velocidad por un
pasillo interior que comunica la sala de prensa con las cocinas y los
ascensores de servicio del hotel.
“No gana el primero que logra una victoria sino el que más puntos tiene después de 12”, señaló Carlsen
La rendición del indio fue recibida con aplausos en la habitación
contigua, donde trabaja la televisión noruega –cuyas retransmisión en
directo se sigue con una pasión inaudita en su país, incluso en los
colegios–, pero Carlsen no despegó los pies de suelo: "Este duelo no lo
gana el primero que logra una victoria sino el que más puntos tiene
después de 12. Ciertamente, esto ha empezado bien después de cuatro
empates, pero mi rival tiene recursos para remontar, quizá mañana
mismo".
Es verdad que Anand ha demostrado su capacidad para levantarse tras
un duro golpe: lo hizo frente al israelí Borís Guélfand en el Mundial de
2012 al ganar la octava tras perder la séptima; y ante el búlgaro
Véselin Topálov en el de 2010, al imponerse en la segunda tras caer en
la primera. Pero probablemente sienta que Carlsen es lo más pavoroso que
ha tenido enfrente desde que el volcánico Gari Kaspárov le derrotó en
el piso 107 de las trágicamente famosas Torres Gemelas de Nueva York en
1995. Y la pregunta es si se verá capaz de tamaña proeza.
El escandinavo ha revolucionado la manera de plantear las partidas. Hasta su precoz irrupción en la élite –gran maestro a los 12 años, número uno del mundo a los 18–
las aperturas y defensas (primeros movimientos de una partida) al más
alto nivel consistían en 15, 20 o a veces más movimientos realizados de
memoria tras una exhaustiva preparación casera, con ayuda de
computadoras que calculan millones de jugadas por segundo. La ciencia
ganaba mucho peso en el ajedrez –para muchos, demasiado– en detrimento
del arte y el deporte.
Fuente: www.elpais.com
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