Vuelta al pasado
Mientras,
¡por fin!, disfrutamos de un torneo “serio” de ajedrez, el llamado “ACP (Association of Chess Professionals) Golden
Classic Tournament” que se está celebrando en la actualidad en Holanda bajo
la “válida” modalidad de juego de 40 jugadas en 2 horas y 30 minutos, ¡sin
finish! y con aplazamientos (y lo único que habría que añadirle a niveles de torneos
clasificatorios y campeonato del mundo, son las “Reglas de Sofía”, para evitar
tablas cortas) seguiremos ahora con el desarrollo del primer gran Torneo
Internacional de Linares, el de su edición de 1981 (que fue la tercera).
Pero
debemos antes comentar, con el ejemplo práctico acaecido en las primeras rondas
de este actual torneo holandés, nuestras premoniciones, de que la vuelta a este
“magno” y “certero” nivel de juego tiene algo muy bueno:
Los
ajedrecistas, fuerzan todo lo que pueden para intentar llegar al final de la
primera sesión de juego, previa al hipotético primer aplazamiento, con clara
ventaja(!?). Así evitan tener que pasar luego por el “potro de la tortura” del
análisis, que es el uso del módulo informático, que ayudará en muchos casos a
los jugadores más rezagados o teóricamente más débiles(!?).
Como
vimos en las dos primeras rondas del certamen holandés, se produjeron cinco victorias
de seis (!!), sin necesidad de llegar al aplazamiento (!?).
¿Y
por qué?. Pues porque por ambos bandos se juegan aperturas mucho más agudas. ¡No
queda otra!.
Nada
de aburridas y patéticas, por ejemplo, (a nivel de un campeonato del mundo) variantes
Rossolimo de la Defensa Siciliana (que utilizara Anand en su match de la vergüenza,
contra Gelfand). Una línea de juego aquella, “sólo” válida para un torneo
abierto, donde desconocemos quién va a ser nuestro próximo rival o para una
partida de ajedrez rápido (como aquella del desaprobado desempate), pero no
para defender o disputar una corona mundial a ajedrez “serio” como el que
estamos aquí valorando fehacientemente y que la F.I.D.E. de Ilyumzhínov y
Makropoulos, por falta de conocimiento en la materia, ignora.
Estamos
ansiosos, no obstante, por ver el resultado obtenido tras una partida aplazada
en este torneo de la ACP. La calidad de los finales, seguro que subirá como la
espuma(!?) y no está claro que sobre el tablero luego, se produzca en todos los
casos, el resultado preestablecido por el módulo.
Hay,
insistimos en ésto, infinidades de posiciones donde en la práctica magistral no
resulta nada fácil llegar a lo que el módulo dictamina en la calma de la habitación
del hotel. El ajedrez es infinito como el número. ¡Al tiempo!.
De
momento aquí sigue el enlace de las partidas “en vivo” del torneo holandés, con
webcam incluida:
El
ICC (Internet Chess Club) prefiere retransmitir el torneo de Dortmund, que evidentemente
no será de la misma calidad que éste, de Holanda. Allí, en Alemania, ocurrirá
más de lo mismo: la permanente presencia de la “aleatoriedad” en los resultados
de algunas (varias – muchas) partidas(??).
El
ajedrez, señoras y señores, está inventado desde hace muchos siglos e
insistimos e insistiremos ¡de por vida!, gracias a nuestra “tenacidad” que nos transmite
el conocimiento de la filosofía del propio juego-ciencia, que es una actividad
realizada para pensar y no para hacer de él un símil del deporte del “ping-pong”,
favoreciendo a que las partidas se decidan con pocos segundos disponibles de
tiempo para realizar las jugadas, obviamente entonces, la mayoría, de mala calidad
técnica.
Eso
puede valer para pasar el rato (torneos amateurs o privados) pero no para
dirimir quién es el mejor ajedrecista del planeta (fases previas y campeonatos
del mundo).
Como
muestra, un botón: Vishy Anand no es el mejor ajedrecista del mundo en la
actualidad. El mejor jugador de ajedrez del mundo ahora es Magnus Carlsen y a
él le corresponde ostentar la corona, siempre y cuando sea “dignificada” por la
F.I.D.E. con la aplicación de estas normas imprescindibles.
La
vuelta al pasado(!?), se hace pues necesaria y hay que limpiar todo lo que aquella
organización, frecuentemente mal dirigida, ha ensuciado y en eso estamos implicados
informándoles objetivamente, de manera desinteresada y sólo por el profundo respeto
que nos merece el juego favorito de estrategia y táctica, por autonomasia.
No
ganamos ni un céntimo de euro por lo que en estas crónicas afirmamos, pero sí
que defendemos con ahínco el auténtico “valor moral y noble” que significa la
corona ajedrecística mundial.
Robert
James Fischer, el mejor ajedrecista de la historia, si viviese, ¡aquí me
aplaudiría con fervor!… .
Afortunadamente
no todo en esta vida se consigue a través del dinero. Parece que el mismo,
lamentablemente, la F.I.D.E. lo despilfarra porque lo reparte en matches como
el que hemos visto (el de la vergüenza), donde el espíritu creativo y de lucha
brillaron prácticamente y salvo contados casos, por su ausencia.
Vayamos,
ahora sí, con lo más reseñable de la sexta ronda del Torneo Internacional Ciudad
de Linares de 1981:
El entonces campeón del mundo Anatoli Kárpov se
convertiría en el nuevo líder del torneo tras vencer en la sexta jornada al
hasta aquel momento primer clasificado, el norteamericano Larry Christiansen.
Ver foto llamada
Kar-Chr(6).
Resultó ser una partida equilibrada y que después de
varias imprecisiones de Christiansen, Kárpov ganó con sorprendente maniobra.
En los restantes cotejos se produjeron los
resultados siguientes:
Ribli-Ljubojevic, tablas.
Portisch-Guillermo García, 1-0.
Quedaron aplazadas(!!) las partidas Larsen-Kavalek y
Quinteros-Bellón, con aparente ventaja de los citados en primer término (de
hecho con posterioridad, ambos ganarían).
En la clasificación figuraba primero Kárpov con 5
puntos, seguidos de Christiansen y Ribli con 4,5.
Ver partida entre Kárpov
y Christiansen.
A Caissa:
Un experiencia religiosa:
Por: Angel Jiménez Arteaga