A lo Capablanca!!
Mientras leemos en distintos medios de comunicación
(New in Chess, Chessbase, etc.) las
entrevistas a bombo y platillo realizadas al que dicen (?) que es “campeón del
mundo” actual de ajedrez, Vishy Anand (desde luego no número uno del ranking,
privilegio que corresponde a Magnus Carlsen); todas éstas realizadas desde una
óptica de rendirle “pleitesía” a toda costa (¡viva la Pepa!) y ninguna con la “objetividad”
requerida, seguimos viendo las mejores partidas del I gran Torneo internacional “Ciudad de Linares” de 1981.
A nosotros, los grandes aficionados, estos medios
atrincherados con el poder establecido (llámese F.I.D.E.), no nos convencen,
porque pecan continuamente “desinformando” y “deformando” la auténtica realidad
deportiva, en este caso, la que fehacientemente nos indica que el llamado “match
de la vergüenza” entre Anand y Gelfand fue un auténtico “fiasco”, poco digno de
los auténticos Campeonatos Mundiales de Ajedrez, de donde salieron “verdaderos”
ídolos de masas del juego-ciencia como antaño fueron Steinitz, Lasker, Capablanca,
Alekhine o más recientemente, Fischer, Kárpov o Kaspárov.
Cualquiera de éstos, en su mejor momento, vapulearía
al mejor Anand (no el que jugó en la galería Tretyakov moscovita que fue una funesta
sombra de si mismo).
Bueno en realidad, ya vencieron en matches en su
momento al ajedrecista hindú, Kárpov (dos veces) y sobre todo Kaspárov que lo “demolió”
en una Torre Gemela neoyorkina.
El joven GM norteamericano Larry Christiansen (en
1981 con 24 años) resultaba líder al término de la quinta ronda de Linares 1981
que de nuevo volvería a terminar a avanzada hora de la madrugada (en aquella
época los grandes ajedrecistas sí que trabajaban sus partidas ¡con ahínco!).
Ciertamente Christiansen había tenido cotejos muy
difíciles y era la gran revelación del certamen (aunque ya había ganado el año
anterior en Linares, delante de ¡Korchnoi!).
Sin embargo, quizá Ribli y Kárpov tuvieron
adversarios más peligrosos, lo que compensaba en algún modo, ese medio punto de
distancia que les separaba del líder.
Ver foto llamada
Tolia.
Los resultados de la quinta ronda fueron los
siguientes:
Ribli-Larsen, 1-0.
Ljubojevic-Kárpov, 0-1.
Christiansen-Portisch, 1-0.
Guillermo García-Quinteros, 0-1.
Bellón-Gligoric, 1-0 y
Spassky-Kavalek, tablas.
Ante todo, a pesar de que en el día anterior había
decidido abandonar su partida aplazada de la cuarta ronda, frente a Kavalek,
sin posible salvación; había que destacar la excelente labor que estaba
realizando el gran maestro Bellón, brillante vencedor en esta ronda del gran
maestro yugoslavo Gligoric, tras una hábil lucha táctica del jugador español.
Gran partida de ataque la que Christiansen ganó a un
desconocido Portisch, que había perdido en Linares más partidas que a lo largo
de 1980, en que intervino en el añorado Torneo de Candidatos (porque el que hoy
realiza la F.I.D.E. de Ilyumzhínov y
Makropoulos es sólo una “caricatura”) y la Olimpiada, entre otras pruebas
grandes.
Kárpov ganó un valioso punto, con negras, en esta
ronda, jugando un final a lo Capablanca!!.
Ljubojevic no pudo evitar que, en una defensa
Caro-Kann, el campeón fuera forzando una serie de simplificaciones favorables
que acabaron dejándole con ventaja. Ganó un peón y, en la segunda sesión, tras
el también añorado aplazamiento (¡que por fin!, haciéndonos caso y otorgándonos
la razón!, vuelve en la actualidad en un magno Torneo Internacional en Holanda),
lo devolvió para acentuar su superioridad posicional y terminar imponiéndose en
magistral final de 62 movimientos, número éste de jugadas que Anand y Gelfand se
negaron a alcanzar durante el transcurso de su reciente “mundialito”, en un
claro ejemplo de “vagancia” deportiva autenticada por unas caóticas reglas
dictadas por la “inoperante” F.I.D.E. y corroboradas por la prensa
especializada que calificaba a diario las tablas cortas allí alcanzadas como de
altos logros creativos (evidentemente que no se lo creían ¡ni ellos mismos! mientras
redactaban sus crónicas).
Ver partida entre
Ljubojevic y Kárpov.
La clasificación , al término de esta quinta ronda
de Linares 1981, había quedado establecida así:
1. Christiansen, 4,5 puntos.
2. Kárpov, 4.
3. Ribli, 4.
4. Kavalek, 3,5.
5. Spassky, 3.
6. Larsen, 2,5.
7. Bellón, 2.
8. Gligoric, 2.
9. Ljubojevic, 1,5.
10. Quinteros, 1,5.
11. Portisch, 1.
12. Guillermo García, 0,5 puntos.
A Caissa:
Amarte es un placer:
Por: Angel Jiménez Arteaga
aarteaga61@gmail.com