¿Y ahora qué?
Tras el triste Match Tretyakov moscovita que acabó ¡por
fin! con el aspirante más conservador de la historia del ajedrez, en
determinados medios se apuntan y barajan infinidad de posibilidades para
regenerar al actual juego-ciencia.
Desde la aplicación de la modalidad “ajedrez 960”,
hasta al cambio en el tiempo de juego haciendo que las partidas duren menos y
sean por ello (supuestamente, sólo) más vibrantes.
Incluso se ha comentado la posibilidad de que
hubiese un sorteo de apertura antes del inicio de la partida para evitar al
máximo las variantes teóricas preparadas previas a las mismas.
El que aquí les escribe está cansado de poner en
este blog http://www.ajedreztenerife.com
su modesto pero “certero” parecer.
Estoy seguro que Bobby Fischer, el mejor “sindicalista”
del juego de la historia y el que más hizo porque la organización de los
torneos fuera lo más “apropiada” posible, lo aprobaría (!?).
Lo resumo una vez más y van cien!. ¡Por si acaso!.
Antes que
nada en lo que voy a perseverar aquí no tiene nada que ver para las
modalidades de juego que actualmente se aplican en los llamados torneos
amateurs en todos los países del mundo.
Una cosa es el ajedrez amateur y otra cosa es el ajedrez súper-profesional, a nivel del título de Campeón Mundial!.
Muchos
Torneos Internacionales, incluso, podrían aplicar algunas o parte de las
normas que siguen, pero eso no es en realidad tan trascendental.
Comienzo:
El ajedrez es
un juego milenario y desde el Torneo Internacional de Londres de 1851
(del que guardo el original libro de Staunton con mucho cariño) tiene
unas normas de juego bastante bien definidas.
Lo único que ha variado en profundidad desde entonces hasta hoy es el “tempo” de juego.
Ha quedado
demostrado que el mejor tiempo de juego para rendir al máximo en una
partida de ajedrez, por lo menos al nivel de un Campeonato del Mundo
“serio”, que no es esta “farsa” que hemos visto en la galería de arte
moscovita, es el de 40 jugadas en 2 horas y 30 minutos, S I N F I N I S H y con aplazamiento al final de esta primera sesión de juego. Luego al día siguiente se debería continuar con el nivel de 16 jugadas en 1 hora, de nuevo con aplazamiento cuando corresponda y en ningún caso aplicando el “malévolo” F I N I S H que es lo que destruye al juego-ciencia.
Teniendo en
cuenta que la mayoría de los ajedrecistas de la élite actual son muy
“vagos” y sobre todo muy “miedosos”, no queda otra que la aplicación de
la llamada “Regla de Sofía”.
Así de un
modo sencillo aseguramos que haya lucha en todas las partidas y
provocamos de manera “justa” el temido agotamiento intelectual(!?).
Sólo de este modo llegaría el famoso “error de Tartakower” cuando afirmó que en “el ajedrez si los errores no existieran, habrían que inventarlos”.
Dejemos que las computadoras actuales asistan a los ajedrecistas (!?).
El ajedrez
sigue siendo un juego infinito (¡como el número!) y hasta que no salgan
las llamadas computadoras cuánticas (y todavía tendríamos que ver que
las mismas calculen con su “fuerza bruta” todas las jugadas posibles en
una partida de ajedrez) los análisis que hacen de las mismas no son ni
mucho menos perfectos. Esto me consta así y quien quiera darse cuenta
que lea mis crónicas en este blog!.
Una cosa es
que durante un cotejo la posición esté igualada y otra cosa es convertir
su resultado final en tablas cuando sobre el tablero se obliga a estos
“jóvenes” GM’s (incluido Anand) a jugar hasta que sobre el mismo queden sólos los dos reyes completamente desnudos(!!). Bobby Fischer me aplaudiría fuertemente aquí(!!).
Si acaso, para darle emoción
a un “verdadero” Campeonato Mundial, se debería, pongamos por ejemplo,
cada tres rondas, dedicar la siguiente a una sesión de 4 partidas a
nivel de 20/10 como vimos en la sala Tretyakov al final de este “lamentable” match.
Vencer en las partidas serias valdría 3 puntos y el empate valdría 1 punto.
Vencer en las partidas semirrápidas valdría 1 punto y el empate 0,5 puntos.
De esta
manera, totalmente objetiva, ¡ganaría el más fuerte! y habría
espectáculo; porque el ser humano, más tarde o más temprano, después de
esta lógica tensión, terminará fallando sobre el tablero y posiblemente,
tras el aplazamiento, perdiendo la partida(!?).
Los
ajedrecistas que aspiren a Campeón del Mundo tendrán que venir en
grandes condiciones no sólo intelectuales, sino también ¡físicas!.
Recordemos ahora la figura “fondona” de Boris Gelfand en este match que parecía más a un turista que a un “supuesto” candidato… .
Un turista "fondón".
De Anand decir, que se aseguró poder ganarse otro milloncito más dentro de un par de años. ¡Viva Don Dinero! que, como sobra… .
Este sistema de juego se tendría que realizar en todos los torneos clasificatorios para el Campeonato del Mundo.
Si hacemos
esto más atractivo, que de esta forma, sin duda, lo sería; ¡saldrían
patrocinadores que fomentasen este tipo de eventos!.
En realidad, creo (modestamente) que con dos millones de euros en premios como ha ocurrido en el Match Tretyakov es más que suficiente para haberlo hecho así, ¡ya!.
Anand y Gelfand
se han ganado allí cada uno un millón de euros en menos de un mes, con
la ley del mínimo esfuerzo… . ¡Y con la que está cayendo a nivel
mundial!.
Recordarles que la F.I.D.E. bajo este lema debería retornar a los sistemas que más éxito tuvieron en su momento: Torneos Zonales, Interzonales y Matches de Candidatos.
Y por supuesto, no nos deberíamos olvidar que un Campeonato del Mundo serio tendría que durar 24 partidas!.
Las cosas importantes dentro del milenario juego-ciencia están ya inventadas!!.
Señoras y
señores, la vuelta al “clasicismo” (con estos matices y alguno más, que
claro está, pudiera valer) es lo que necesita el mundo del ajedrez.
¡Ya, pero ya!. Con la F.I.D.E. o sin ella.
No queremos
más “iluminados” porque desde que han entrado en las dos últimas décadas
lo único que han hecho es estropear internacionalmente la imagen del
juego-ciencia.
Pongamos un ejemplo:
En los dos
periódicos (ediciones en papel) deportivos por excelencia de España, el
diario MARCA y el diario AS (y seguro que ha pasado también en todos los
lugares del mundo) de ese fiasco de match de la galería Tretyakov moscovita, sólo se ha cubierto diariamente una noticia “lapidaria” de este tipo:
“La 12ª partida del match entre Anand y Gelfand terminó en tablas tras 22 movimientos”.
Por: Angel Jiménez Arteaga