Singularidades del Elo:
La liebre y la tortuga
El GM chino Li Chao recientemente se reincorporó al club de los 2700 tras ganar 5,6 puntos Elo con su victoria por 9/9 en el V Festival Internacional de Colombo. Aunque una victori con nueve de nueve suena bastante impresionante, la página de resultados mostraba algo bastante extraño: el ajedrecista chino tuvo un rendimiento de 2622, considerablemente por debajo de su puntuación, que era 2693. Seis de los ocho rivales con Elo tenían puntuaciones por debajo de 2000 y uno incluso tenía 1405. A pesar de eso, se las arregló para aumentar su Elo en 5.6 puntos. ¿Cómo fue posible?
El motivo es que en la actualidad las partidas computan individualmente y
cualquier jugador que esté
400 punto Elo o más por debajo de la puntuación de usted le reporta aún así 0,8
puntos.
En los tiempos en los que la puntuación mínima de la FIDE era 2200, la mayor
disparidad posible estaba entorno a 600 Elo,
pero ahora se podrían dar partidas con una diferencia de 1400 Elo. ¿Podría ser
esto la causa de la inflación del Elo? Quizás Magnus Carlsen podría encontrar
una forma mucho más fácil de romper la marca de Garry Kasparov: ¡ganar unos
cuantos abiertos flojos y listo! Sería el nuevo poseedor de la mejor puntuación
de todos los tiempos incluso si no juega contra rivales a menos de mil puntos
Elo de él.
En la página inglesa de ChessBase, Jeff
Sonas, John Nunn y Ken Thompson han expresado su opinión al respecto.Manuel López Michelone, siempre reflexivo sobre las cosas que pasan en el mundo del ajedrez, también ha echado su cuarto a espadas.
En ajedrez existe una medida llamada "rating" o "Elo" (por el apellido a
quien se le ocurrió inventar esto), el cual sirve para medir la fuerza
ajedrecística de manera estadística. Arpad Elo, quien era físico/matemático
y un fuerte aficionado (aunque de origen húngaro), vivió en Milwakee y ganó
8 veces el campeonato de su ciudad (allá por los años treintas del siglo
pasado), estudio la idea de crear un sistema para clasificar numéricamente
la fuerza en ajedrez. Luego de un interesante trabajo, la Federación
Internacional de Ajedrez (FIDE, por sus siglas en francés), decidió
incorporar ese sistema en 1970 y a partir de ese momento ya nada fue igual.
Gracias a este sistema, los torneos no solamente eran fuertes porque
jugaban ajedrecistas famosos, sino porque tenían una clasificación que los
hacía ver más fuertes. La idea fundamental de Elo es la siguiente: "Si
dos jugadores tienen la misma puntuación, la probabilidad de que gane uno o
el otro es de 50%". Elo entonces decidió calcular de acuerdo a una
curva que casi es lineal, la probabilidad de que un jugador le gane a otro
si el primero le lleva 10, 20, 30, ... , 100, 200, 300 puntos de diferencia.
Esa tabla se llama precisamente "tabla de expectativas", porque
indica, de acuerdo a la diferencia entre los ratings de los jugadores, quién
tiene más probabilidades de vencer. Por ejemplo, si un jugador le lleva a
otro unos 100 puntos de ventaja, entonces el jugador con la diferencia a su
favor tiene que ganar 7 de cada 10 partidas aproximadamente.
Curiosamente con los años, el sistema de rating ha empezado a sufrir una
serie de problemas, por decirlo de alguna manera. Por alguna razón no
identificada aún, la medida ha tenido un efecto inflacionario. Por ejemplo,
hace unos 15 años, tener más de 2650 puntos de rating lo calificaba al
jugador como en la elite de jugadores. Hoy es un rating de un jugador
fuerte, pero nada que hacer ante los 2700 puntos o más que ya unos 30
jugadores tienen en el mundo. Fischer, por ejemplo, llegó a tener 2780
puntos en 1972, cuando aún no había inflación en el rating. Hoy estaría
entre los cinco o seis mejores del planeta. Así de fuerte era Bobby.
Otro jugador, Kasparov, que por 25 años se mantuvo en el primer lugar de
la lista de rating, llegó a la estratosférica cifra de 2851 puntos. Nadie a
la fecha ha llegado a ese nivel. Algunos dicen que el rating de Kasparov
sufrió también del efecto inflacionario, pero la realidad es que con o sin
ese efecto, Kasparov ha sido probablemente el mejor ajedrecista de todos los
tiempos.
¿De dónde viene el problema de la inflación del rating? Sin duda de que
los jugadores participan en torneos en donde juegan otros jugadores. Como no
son los mismos ajedrecistas siempre, los mejores le quitan sus puntos Elo a
los demás y cuando estos ganadores enfrentan a otros ajedrecistas -digamos
de elite- ceden u obtienen puntos de acuerdo a sus fracasos o éxitos,
respectivamente, y por ende, se genera este efecto de inflación.
Por ejemplo, supongamos que tomamos toda la lista de rating de la FIDE,
unos 130,000 jugadores actualmente. Si ése es el universo de ajedrecistas,
entonces jugando entre ellos, unos con otros en diferentes torneos, no
debería alterar el total de puntos ganados y perdidos en promedio, el cual
arroja cero como la cifra correcta. Pero el punto es que mes a mes se
incorporan nuevos jugadores a la lista de rating y entonces esos nuevos
jugadores entran con una puntuación que se les asigna, y que no se dio
quitándoles puntos a otros jugadores para así conservar el equilibrio de
puntos ganados menos perdidos que nos dan cero o cercano al cero.
Por ejemplo, en los años ochentas, en los torneos FIDE que empezaron a
jugarse en el mundo, un jugador no clasificado podía jugar ese tipo de
torneos y se le asignaba una cifra temporal de rating de 2200 puntos. Ese
número no era consecuencia de la fuerza de nadie. No, se le asignaba al
jugador para que éste empezara el torneo con un valor. Una vez terminada la
justa, se calculaba su rating y poco a poco, el ajedrecista se acomodaría al
rating o fuerza ajedrecística que le correspondiera.
Cabe decir que hace unos años (quizás veinte), la FIDE decidió subir 100
puntos al rating femenil (a excepción de las hermanas Polgar, que ya jugaban
como los mejores ajedrecistas del sexo opuesto). Si de pronto la FIDE
"regala" a cada jugadora 100 puntos en cada rating, el efecto inflacionario
tiene que verse reflejado en algún momento. Para mí es un asunto de sentido
común. El conjunto total de ajedrecistas en el mundo, clasificados con
rating, tiende a crecer y el efecto se notará, lentamente, como inflación en
el rating.
¿Alguien encuentra algún fallo en este razonamiento? Fuente: www.chessbase.com