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23 enero 2012

Trampas

Las trampas en el ajedrez

Por Frederic Friedel

Este artículo apareció como una contribución al libro "Advances in Computer Games 9" (Avances en juegos de ordenador 9), editado por los profesores H. J. van den Herik (Universidad de Maastricht) y B. Monien (Universidad de Paderborn) Fue publicado por la Universidad de Maastricht en 2001. El artículo sobre las trampas fue escrito y enviado por el autor en 2000.

Resumen

En la actualidad, los ajedrecistas de todos los niveles pueden beneficiarse de la ayuda de ordenadores durante una partida. Es una evolución y un serio problema para el juego. Esta contribución enumera las formas principales de hacer trampa y aporta algunos casos prácticos. El más destacado (Allwermann en el abierto de Böblinger) se sitúa en un contexto histórico con la descripción de casos de trampas anteriores. Por último, el problema de las trampas se enfoca sobre el nivel de juego más alto. ¿Qué posibilidades hay y como podemos prevenir las tramas a esos niveles? Puesto que no hay una solución clara, el tema de las trampas sigue en la lista de tareas a abordar muy seriamente en el futuro próximo.


Allwermann en el abierto de Böblinger

En el supertorneo de Wijk aan Zee, en enero de 1999, había un tema de conversación principal. Cada mañana durante el desayuno Garry Kasparov se acercaba a la mesa de Vishy Anand para comentar el tema con él. El objeto de su interés era la nueva estrella alemana del ajedrez Clemens Allwermann. Este jugador desconocido hasta el momento había ganado el abierto de Böblinger por delante de GMs y MIs. Había jugado un maravillosamente atrevido ajedrez de ataque, totalizando 7,5 puntos en 9 partidas, sin sufrir ni una sola derrota. Su rendimiento Elo fue de 2630. Ese sensacional resultado lo llevó a los titulares de toda Alemania: ajedrez en las portadas de periódicos generalistas.

¿Y quien es este Clemens Allwermann? Si dijese que era un chico de 17 años superagudo, con una ascensión meteórica, como suele suceder a veces, aún así sería difícil de creer su escarpada ascensión al éxito. Resulta que Allwermann era un hombre de 55 años que había tenido una puntuación estable entorno a los 1900 puntos durante los últimos 20 años. Estaba entorno al puesto 10.000 en el escalafón de Alemania, pero su destacado rendimiento podía elevarlo teóricamente al número dos de su país, por detrás de Artur Jussupow.

Las noticias sobre los logros de Allwermann se difundieron rápidamente, pero quizás no de la forma que el jugador había previsto. “¿Se usó un Deep Blue de bolsillo para el dopaje intelectual?”, preguntaba un periódico, mientras que Der Spiegel le daba un enfoque más sarcástico: “Sobrepasa a Goethe, Beethoven y Einstein; aquí llega un nuevo pináculo del genio teutón”.

Nadie quería creer que el aficionado lo había logrado todo por si mismo. En especial cuando otros jugadores descubrieron que se podían reproducir virtualmente todas las jugadas de Allwermann con el programa de ajedrez Fritz. Todo eso lo descubrió Hartmut Metz en periódicos y en Schachmagazin 64. Facilitó muchos ejemplos que mostraban que no eran solo los brillantes golpes tácticos ejecutados por Allwermann, sino también jugadas malas, antiposicionales que Fritz duplicaba.

La partida que levantó más sospechas fue la que Allwermann jugó en la última ronda. Era un encuentro que decidía el ganador del torneo y el aficionado se enfrentaba al gran maestro que iba líder. Completamente impertérrito, Allwermann fue superando a su oponente con un fino estilo de ataque, hasta alcanzar la siguiente posición fácilmente gabnable:

Allwermann,Clemens - Kalinitschew,Sergey (2505) [B32]
Boeblingen op 15th Boeblingen (9), 30.12.1999

1.e4 c5 2.Cf3 Cc6 3.d4 cxd4 4.Cxd4 e5 5.Cb5 d6 6.c4 Ae7 7.Ae2 a6 8.C5c3 Cf6 9.0-0 Ae6 10.Ae3 0-0 11.Ca3 Cd7 12.Dd2 Cc5 13.Cc2 f5 14.exf5 Axf5 15.Af3 Rh8 16.Ad5 De8 17.Tad1 Dg6 18.Ca3 e4 19.f3 exf3 20.Axf3 Ce5 21.Cd5 Ah4 22.Cf4 Cxf3+ 23.Txf3 De8 24.Cd5 Ce6 25.Tdf1 Dg6 26.b3 Tf7 27.Cc2 Cg5 28.Axg5 Axg5 29.Df2 Axc2 30.Txf7 Af6

Mostré la  posición a varios jugadores en Wijk aan Zee y todos me señalaron formas sencillas de ganar; por ejemplo, 31.Txb7, 31.Td7 o incluso 31.Txf6. No se olviden de que se avecinaba el control de tiempo y que la victoria en el torneo está al alcance de la mano.
¿Y qué fue lo que jugó nuestro héroe? 31.Da7?!! “¡Típico de Fritz!” chilló Anand y le dio un ataque de risa cuando vio éste y los movimientos siguientes (Filmé su regocijo y lo incluí en mi reportaje multimedia de ChessBase Magazine 69) Tanto él como los otros jugadores reconocieron inmediatamente la "mano" del ordenador.



Si se activa el modo de múltiples variantes se puede ver que Fritz piensa que 31.Da7 es una décima de peón mejor que las otras alternativas. Un programa de ordenador sencillamente no entiende la diferencia entre movimientos de hierro forjado que no pueden fallar y un paseo por el alambre al borde del precipicio. Aventuro que ningún humano escogería lo último en la situación de torneo planteada. Reproduzca la continuación y juzgue por usted mismo.

31...Tg8 32.Dxb7 Ae4. Las negras están amenazando mate en g2 y solo hay una jugada que evita el desastre inmediato: 33.Cf4. Son variantes afiladas como una cuchilla de afeitar, del tipo de las que resultan cómodas a Fritz. 33...Df5 34.Dd7 De5 35.Rh1 g5. La mayoría de los jugadores humanos ahora jugarían 36.Ch5: el caballo se pone a salvo y al mismo tiempo ataca una pieza enemiga. Pero Fritz y Allwermann no pueden ser molestados con esas tímidas estrategias. 36.Ch3 g4 37.Cf2 Af5.

En esta posición, las blancas solo necesitan mover la dama fuera de la línea de ataque. Luego pueden acomodarse en la silla y esperar a que el rival les tienda la mano en señal de rendición. Pero Fritz y Allwermann buscan una nueva escalada de tensión: 38.Cxg4. Nervios de acero ¿O quizás de silicio? Con la mano en el corazón, ¿es esa una jugada que harían ustedes a dos jugadas del control de tiempo, con el resultado final del torneo dependiendo de como termine esta partida? 38...Ae4 39.T7xf6 Axg2+ 40.Rxg2 De4+ 41.Rh3.

Aquí Kalinitschev se rindió. Mientras se daban la mano, Allwermann no pudo aguantar la mención de que en la posición final había mate en ocho. “No me parece”, dijo Kalinitschev. “Compruébelo y verá que estoy en lo cierto”, replicó Allwermann con una sonrisa sardónica.
Bien, algunos de los jugadores más experimentados precisamente hicieron eso. Encendieron sus ordenadores y arrancaron Fritz. El programa reaccionó exactamente como lo había hecho Allwermann (excepto quizás en lo que se refiere a la sonrisa).



En un Pentium II 400 con 64 MB de tamaño de tablas hash, Fritz 5.32 encuentra mate en nueve (hay que deducir la jugada inicial de las negras cuando se anuncia como mate a favor de las blancas)
Mostré la posición a varios jugadores en Wijk: ninguno fue capaz de ver el mate. Vishy Anand dijo que se le hubiese preguntado sin ninguna información adicional habría predicho que el mate se produciría en unos quince movimientos. Otto Borik, editor de Schachmagazin, mostró la posición a ajedrecistas (muchos GMs) en un encuentro de un campeonato por equipos. Tampoco pudieron encontrar el mate. Borik intentó resolver todas las variantes. Dice que llenaría todo un número de revista. Les ofrecemos aquí algunas variantes críticas: 41...De8 42.Df5 Dc8 43.Df4 a5 (43...Dxg4+ 44.Dxg4 Txg4 45.Rxg4 Rg7 46.Rh5 a5 47.Tf8 a4 48.T1f7#; 43...Dc5 44.Tf8 Dh5+ 45.Rg2 Dg6 46.Txg8+ Dxg8 47.Dd4+ Dg7 48.Tf8#; 43...De8 44.Tf7 Tg7 45.Dd4 De5 46.Cxe5 Tg3+ 47.Rxg3 Rg8 48.Cg6 hxg6 49.Dg7#) 44.Tf7 Tg6 45.Tf8+ Dxf8 46.Dxf8+ Tg8 47.Dxd6 a4 (47...Txg4 48.Tf8+ y 49.Df6 mate) 48.De5+ Tg7 49.Tf8#. Solo Fritz está seguro del mate... tras examinar 33.117 millones de posiciones.


Allwermann en el abierto de Böblinger
Tras el abierto de Böblinger, varios expertos también se pusieron a trabajar analizando las partidas de Allwermann. Todos descubrieron lo mismo: con los controles de tiempo del torneo, Fritz juega la mayor parte de los movimientos que Allwermann ejecutó en el tablero. Hubo mucha especulación sobre como pudo haber obtenido las jugadas del ordenador. El director del torneo de Böblingen recuerda que aunque la temperatura de la sala de juego era normalmente de 32ºC, Allwermann siempre aparecía con una corbata y un chaquetón oscuro. Algunos participantes conjeturaron que en la corbata podía llevar escondida una cámara en miniatura. El pelo largo y las gafas podían esconder fácilmente un receptor. Hartmut Metz informa que Allwermann solía llevar un almacén de equipamientos electrónicos, así que probablemente disponía de experiencia.

Desgraciadamente  Allwermann se retiró. Nada más acabar el torneo, publicó una carta en Internet en la que decía que su resultado era el resultado que coronaba una carrera de cuarenta años y atribuía su juego a una cuidadosa preparación especialmente en la Sveschnikov. “Tengo ahora un buen conocimiento de esta variante, que fui capaz de emplear para derrotar al GM Kalinitschev en la última ronda”. Esto hizo que fuese muy difícil que admitiera ninguna mala obra después de que las acusaciones hubiesen saltado a la prensa. Podía haber admitido que había usado un ordenador, quizás alegando que su intención había sido demostrar el importante y peligroso desarrollo del ajedrez actual y haber devuelto el premio en metálico de 1660 marcos alemanes. En vez de eso, amenazó con demandar a quien lo acusase de hacer trampas, aunque no lo cumplió cuando Der Spiegel publicó su historia.
Después de que hubieran aparecido artículos en los periódicos y revistas alemanes, Allwermann escribió una larga carta defendiendo enérgicamente su inocencia. Entre otras cosas, se quejaba de que nadie hubiese publicado partidas que lo exculparan. “La segunda partida que jugué debería interesar a un lector objetivo. Cualquiera puede ver que un ordenador habría ganado fácilmente esa partida”.

Bien, examinemos esta partida (con Fritz)

Giacopelli,Vincenzo (2145) - Allwermann,Clemens [A46]
Boeblingen op 15th Boeblingen (2), 26.12.1998

1.d4 Cf6 2.Cf3 e6 3.Ag5 c5 4.e3 h6 5.Axf6 Dxf6 6.Cbd2 cxd4 7.exd4 Cc6 8.c3 d5 9.Ad3 Ad6 10.0-0 0-0 11.Te1 Ad7 12.Cf1 Tac8 13.Ce3 a6 14.Cg4 Df4 15.h3 Ac7 16.g3 Dd6 17.Dd2 Ce7 18.Ch4 Ab5 19.Ac2 h5 20.Ce5 Ae8 21.Dd3 g6 22.g4 f6 23.Cef3 hxg4 24.hxg4 Af7 25.De3 g5 26.Cg2 Rg7 27.Rf1 Th8 28.Re2 Db6 29.Rd2 Cg6 30.Axg6 Axg6 31.b3 Th3 32.De2 Tch8 33.Tg1 Ae4 34.Cfe1


Como sucedió normalmente en este torneo, Allwermann ha superado a su rival y va ganando claramente. Fritz5.32, que reproduce todas las jugadas hasta el momento, ahora muestra una valoración de 4.06 a favor de las negras y espera la continuación 34...Ah2 35.f3 Axg1 36.fxe4 Txc3 37.Cc2 Axd4 38.Tc1 Da5 39.Cxd4–+.
¿Y qué jugó Allwermann? 34...Axg2? ¡El alfil equivocado! Tras esta jugada, la valoración de Fritz cae casi cuatro peones. La partida siguió 35.Cxg2 Th2 y se acordaron tablas.

Hubo algunas especulaciones sobre si Allwermann recibía las jugadas por medio de una especie de código Morse: dit-dit-dit-dit significa “alfil”, dit-dit-dit-dit-dit-dit-dit-dit es h y dit-dit es 2.¡Vaya! ¿Alguien contó mal los dit en la posición anterior? Recuerde que era la ronda dos y que no todo estaba bien asentado todavía.

Unos meses después de que terminase el torneo, la fiscalía comenzó a investigar a Allwermann por malversar el premio de 1.660 DEM (Unos 850 USD). El GM Rainer Knaak fue consultado y el experto en Fritz (Knaak trabaja para ChessBase) confirmó que todas las partidas eran casi completamente reproducibles, jugada por jugada, con Fritz5.32 y Fritz Powerbook '99. Incluso un pequeño error de transposición en el libro se había reproducido fielmente en una de las partidas. Entre medias, Hartmut Metz había localizado al suministrador que había vendido a Allwermann el equipamiento electrónico que probablemente usó para transmitir las jugadas del ordenador. Según el propietario del almacén, Allwermann había insistido en una modificación que le permitiría escribir códigos de cuatro dígitos en el radiotransmisor portátil. También había comprado el receptor más pequeño, que podía disimularse completamente en su oreja y esconderse bajo su pelo largo.

Sin embargo, tras muchos meses la fiscalía se retiró del caso debido a la “ausencia de pruebas suficientes”. Un portavoz expresó la opinión de que “las jugadas de los buenos ajedrecistas a menudo coinciden con las de los ordenadores” y, aparte de eso, no había pruebas directas: nadie había visto ni se había documentado que usase un dispositivo electrónico durante el torneo. La federación bávara, por su parte, adoptó una medida drástica y prohibió a Allwermann la participación en más torneos.
Antes de que esa medida entrase en vigor, Allwermann había jugado en otro torneo, seguido de cerca por gran cantidad de espectadores y periodistas. Puntuó exactamente según lo esperado para un ajedrecista que está por debajo de los 2000 puntos Elo.

Fuente: www.chessbase.com