Con la moral por los suelos
Antes, en los grandes torneos de ajedrez, el espíritu de lucha estaba garantizado y habían batallas en todos los tableros.
Las tablas eran despreciadas (!?).
Este Torneo de Nuremberg 1896 también merece la pena disfrutarlo por ello.
Los maestros eran unos auténticos “colosos” que se fajaban de principio a fin en sus partidas (!!).
El otro día me pasé por el ICC (Internet Chess Club) a ver una partida de la reciente “Superfinal” (así la llaman -?!-) del Campeonato Ruso 2011 entre Grischuk y Krámnik. Cuando vi que firmaron tablas en 21 jugadas, rápidamente me desconecté del ICC y seguí analizando partidas de este torneo alemán (!).
¡De pena resulta la actitud de la mayoría de estos jugadores de la superelite actual, que no pueden más que tildarse como auténticos “miedosos” del tablero!. Que conste.
Se me ocurre proponer aquí a alguien que en contraposición al famoso libro de Richard Reti titulado “Los Grandes Maestros del Tablero” realice otro (para que lo patrocine la F.I.D.E.) que se llame “Los Grandes Miedosos del Tablero”.
La partida que toca ver hoy corresponde a la tercera ronda de Nuremberg 1896 y fue disputada por Wilhelm Steinitz y Emanuel Lasker.
El campeón del mundo castigó la imprudencia temeraria de su avezado rival, que cada vez que jugaba contra Lasker parecía más y más alicaído.
Ver foto llamada Las-Ste.
Ver partida entre Steinitz y Lasker.
Angel Jiménez Arteaga
aarteaga61@gmail.com