¿POR QUÉ PROMOVER LA PRÁCTICA DEL AJEDREZ?
El ajedrez desarrolla habilidades intelectuales.
En el transcurso de una partida de ajedrez, así como en la resolución de problemas, discurre una forma de pensamiento organizado que se asemeja al discurso científico. En el acto del desarrollo de una partida, el ajedrecista observa, compara, clasifica, organiza ideas, hipotetiza (conjetura, presume) aquello que investiga, analiza, ensaya, sintetiza, toma decisiones y las ejecuta.
En cuanto a la afectividad, el ajedrez es un excelente medio para desahogar positivamente la agresividad y estabilizar las emociones. Es también un medio de expresión creativa, pues requiere la construcción de un estilo propio de juego. Enseña la paciencia y modela la voluntad, pues requiere de un deseo firme de ganar. Estimula la capacidad para ser independiente y tomar las propias decisiones, pues en la partida, en la mayoría de ocasiones no hay una única respuesta correcta. Asimismo, induce la capacidad de autocrítica, pues se progresa conociendo y juzgando los propios errores.
En general el ajedrez es una sana disciplina de esparcimiento para el tiempo libre, ya que promueve, con una guía adecuada, elementos valiosos en la educación integral del aficionado del juego. Estimula pues, tanto el pensamiento racional y analítico, como el imaginativo e intuitivo.
Maestro Jorge Laplaza
Programa Niños pequeños
Programa jóvenes y adultos.
Tomado: www.ligadeajedrezdeantioquia.org