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12 agosto 2020

Trampas en el ajedrez online: el lado oscuro del Reino de Caissa

 

En tiempos de coronavirus, con centenares de millones de personas obligadas a permanecer en casa, el ajedrez online ha tenido un auge extraordinario. Cada día, en las tres plataformas más importantes del mundo, Chess24, Chess.com y Lichess, se juegan millones de partidas. Además, los principales ajedrecistas del planeta compiten en torneos online que captan la atención de los seguidores de este deporte, mitad arte, mitad ciencia, de los medios de comunicación y de los patrocinadores. Pero el ajedrez online sigue teniendo un enorme problema: ¿cómo evitar las trampas?

Las trampas no son nada nuevo en el ajedrez. En el primer match por la corona mundial, entre Viktor Korchnoi y Anatoli Karpov, en 1978, el primero acusó a su oponente de recibir “ayuda foránea” en un yogurt, que tenía un color diferente al que él recibía. Después, Korchnoi aclaró que aquello había sido una “broma”; pero, para evitar problemas, los organizadores del match decidieron entregar un yogurt, de igual color y a la misma hora, a los dos ajedrecistas.

Saltamos en el tiempo hasta 2006, en el match que unificaría la corona del ajedrez, dividida tras la creación de la Asociación de Ajedrecistas Profesionales, por Garry Kasparov, en 1993. El manager del búlgaro Veselin Topalov, Silvio Danailov, acusó a Vladimir Kramnik de recibir “ayuda externa”, en sus continuos viajes al baño, que era el único sitio que no tenía vigilancia por audio y vídeo.  El “Toiletgate” resultó muy desagradable. Nunca se le pudo probar nada al ruso, quien venció en las partidas rápidas; aunque Topalov, como mal perdedor, siguió defendiendo que le habían robado el título.

Con el avance de las tecnologías los tramposos perfeccionaron sus métodos. Teléfonos inteligentes, dispositivos electrónicos ubicados dentro de las orejas, escondidos en el cuerpo o en los zapatos forman parte del “arsenal” de aquellos que recurren a los análisis de los software—cada vez más potentes—para ganar una partida.

Quizás el escándalo más grande haya sido el del francés Sebastien Feller, en la Olimpiada de 2012, celebrada en Khanty-Mansiysk. El entrenador de Feller estableció con el joven jugador un sistema de alertas, en dependencia del lugar que ocupara en el salón de competencia. De esta forma, cuando el software de análisis indicaba que Feller tenía opciones en una posición, el entrenador entraba y se situaba en el lugar pactado. Así, Feller sabía que era un momento decisivo en la partida.

Encontrar a los tramposos en los torneos tradicionales ahora no es tan complicado. Los organizadores no permiten que los ajedrecistas lleven consigo ningún tipo de dispositivo electrónico; además, los jugadores deben atravesar por detectores de metales antes de entrar al área de juego. En algunos certámenes, incluso se separa dicha área de juego por un cristal de solo “una vía”, para así impedir que los ajedrecistas puedan establecer contacto visual con el público.

ALGORISMOS PARA DETENER LAS TRAMPAS EN EL AJEDREZ ONLINE

Pero, ¿qué sucede con el ajedrez online? ¿Cómo impedir que un jugador se auxilie de un software para mejorar sus resultados? ¿Es posible detener este “doping tecnológico”?

De acuerdo con el Gran Maestro cubano Leinier Domínguez, quien juega desde 2018 para la Federación de Estados Unidos, este un problema. “Con todos los avances en tecnología, siempre es una posibilidad. Las personas tienen más oportunidades de hacer estas cosas”, declaró a The New York Times.

El “menú de opciones” para los tramposos en el ajedrez online es diverso. Algunos crean cuentas falsas y con ella desarrollan varias partidas, para posicionar bien dicha cuenta y, luego, juegan contra esa cuenta y, lógicamente, ganan. Así logran que su verdadero perfil obtenga ELO (como sucede en el ajedrez tradicional, por cada victoria mejora el coeficiente del jugador).

No obstante, el “plato principal” del menú sigue siendo la ayuda de los software en las partidas. En un escenario en el que nadie está observando al jugador resulta muy complicado impedir que este utilice las sugerencias de los potentes motores de análisis de programas especializados.

Las principales plataformas de ajedrez online saben esto y por eso han invertido para crear algoritmos que permitan identificar, de manera automática, a los posibles tramposos. Estos algoritmos detectan cuando un perfil hace jugadas continuas parecidas a las que haría un software y disparan la alarma.

En Chess.com existe un equipo de seis profesionales dedicados a combatir las trampas. Según el reportaje del Times, Gerard Le-Marechal, quien forma parte de ese equipo, recibe alertas diarias sobre tramposos. Muchas de estas alertas son de amateurs, pero también profesionales y, en ocasiones, algún maestro. Las cuentas marcadas no pueden continuar dentro de la plataforma.

Un ejemplo reciente ocurrió en la Copa Cuba de ajedrez online. En este evento hubo un torneo clasificatorio que otorgaba 17 cupos para la ronda eliminatoria. Dos de los jugadores que lograron boletos fueron “marcados” luego por Lichess como potenciales tramposos y, por tanto, se les prohibió continuar en la competencia.

Uno de los requisitos que están exigiendo las plataformas para torneos con mucho dinero de por medio, como el Magnus Carlsen Invitational, en Chess24, con una bolsa de 250 mil dólares en premios y la Copa de las Naciones, en Chess.com, que ofrecerá 180 mil, es que cada jugador tenga al menos dos cámaras filmándolo continuamente. Una de estas cámaras es visible para los usuarios que visitan el sitio y la otra solo para los árbitros del torneo.

Con estas medidas y teniendo en cuenta que es altamente improbable que un jugador de la súper elite arriesgue perder su credibilidad, pues al menos nos queda claro que, en estos torneos, no hay trampas. Pero ni siquiera los más potentes algoritmos parecen capaces de detectar (todavía) cuando llega una “ayudita” de un software.

Fuente: https://www.columnadeportiva.com/

¿Cuál es la “filosofía” de los tramposos en el ajedrez?

Por  Dr. Uvencio Blanco Hernández

 

Dr. Uvencio Blanco Hernández (Foto tomada de facebook)

 En el marco de la Olimpiada de Ajedrez Online, se han detectado trampas digitales que comprometen al ajedrez de alto rendimiento.

En ajedrez, la trampa es una acción mediante la cual y de forma deliberada, es cometida una o varias infracciones contra las “Leyes del Ajedrez”, con el objeto de obtener ventajas extradeportivas ante otro u otros jugadores, o equipo.

FIDE ha respondido con una “Declaración sobre los casos de anti-trampas en la Olimpiada Online”.

A los efectos del presente artículo, tomaremos las palabras trampa, engaño, estafa y fraude como sinónimos.

En la medida en que la pandemia por Covid-19 ha avanzado por el mundo, la utilización de las redes y medios electrónicos para la comunicación se han incrementado exponencialmente. El ajedrez, un juego que no exige de un soporte físico para su práctica, ha conseguido una vía importante para la organización de nuevas propuestas organizativas para torneos, matches e, inclusive, una olimpiada Online: impensada solo hace seis meses.

Pues, en el marco de esa olimpiada, que actualmente se encuentra en pleno desarrollo, está ocurriendo lo que sistemáticamente se ha venido denunciando: trampas digitales en el ajedrez de alto rendimiento.

Efectivamente, en la tarde del pasado 4 de agosto, el portal FIDE publicó una nota en la que expresaba su posición al respecto. Su contenido es el siguiente:

Declaración de la FIDE sobre los casos de anti-trampas en la Olimpiada Online.

El Panel de Juego Limpio de la Olimpiada Online ha identificado cuatro casos en los que hay motivos suficientes para creer que se ha violado el Reglamento de Juego Limpio.

Todos los resultados de estos jugadores en la Olimpíada Online se han convertido en pérdidas, y donde sea aplicable no se les permitirá jugar más en el torneo. Los oficiales del torneo y los capitanes de los equipos afectados han sido informados a tal efecto.

Estos casos afectan a cuatro jugadores de Malí (División de Base, grupo B), Brunei Darussalam (División 4, grupo A), Hong Kong (División 4, grupo A) y Nicaragua (División 4, grupo E).

Si tu equipo pertenece a alguno de estos grupos, por favor revisa la página web para ver los resultados actualizados, para ver si las clasificaciones de tu grupo pueden haberse visto afectadas.

La FIDE no revelará más información ni responderá a ninguna pregunta sobre este asunto hasta que se haya realizado una investigación completa”.

Evidentemente, esta declaración refleja la posición oficial del ente organizador de la referida olimpiada y su visión de lo que debe ser la lucha anti trampa en el ajedrez.

Al respecto, vale señalar que el término trampa tiene varias acepciones. Por ejemplo, con base en lo establecido por la Real Academia Española, hemos escogido las 6, 7 y 8 donde una trampa implica:

Contravención disimulada a una ley, convenio o regla, o manera de eludirla, con miras al provecho propio.

Infracción maliciosa de las reglas de un juego o de una competición. Inclusive.

Ardid para burlar o perjudicar a alguien.

Por su parte, el Oxford Advanced American Dictionary, establece dos acepciones importantes:

Engañar a alguien/algo para engañar a alguien o hacerles creer algo que no es verdad. [transitivo]

Hacer trampa (en/en algo) para actuar de manera deshonesta con el fin de obtener una ventaja, especialmente en un juego, una competición, un examen, etc. [intransitivo]

En ajedrez ¿cómo se interpretan los términos trampa o engaño? Estas palabras nos sugieren una acción mediante la cual y de forma deliberada, es cometida una o varias infracciones contra las “Leyes del Ajedrez”, con el objeto de obtener ventajas extradeportivas ante otro u otros jugadores, o equipo. (Blanco, U. 2019).

De tal manera que, trampa o engaño en el ajedrez, es el uso de ayudas ilícitas o fraudulentas para obtener ventajas o recompensas personales sobre terceros.

Entonces, ¿cuál es la “filosofía” de los tramposos del deporte? Los tramposos del deporte, parecen cultivar una filosofía hedonista en la cual el logro más elevado sea obtener, a cualquier costo, la mejor figuración, marca o resultado en una competencia deportiva.

Como en el deporte cada victoria tiende a elevar el nivel de la competición, al repetirse esta conducta y su respectivo resultado, el final lógico de los ejecutantes de esta filosofía, es el de obtener el poder absoluto en una especialidad determinada.

La trampa o engaño implica una conducta antiética porque, aquel que propicia o ejecuta una acción de esta naturaleza muestra un comportamiento no ético debido a que contradice las leyes y reglas del ajedrez, el espíritu deportivo y el juego limpio en pos de alcanzar ventaja sobre otro jugador o equipo. Por lo tanto, se trata de una ventaja injusta e inesperada que debe ser denunciada y sancionada de inmediato en pro de un deporte limpio y de los mejores fines de la competición.

Nos pudiéramos preguntar si ¿los tramposos en el deporte lo son con base en algún precepto moral? La respuesta es no. Los farsantes pueden intentar convencer a los demás de que son morales en el sentido aceptado del término, para enmascarar sus deseos de conseguir poder, fama y éxito, aunque la recompensa del logro alcanzado por el trabajo y la dedicación constante; la recompensa del crecimiento espiritual; les será esquivo y arremeterá contra ellos más temprano que tarde y de manera inexorable.

En tal sentido, debemos tener en cuenta que aquellos individuos u organizaciones que buscan el poder a través de acciones fraudulentas contra el juego limpio en el deporte no están dispuestos a aceptar las normas y reglas éticas de cada especialidad. Ellos están propensos a utilizar cualquier medio o criterio que les faciliten o ayuden a obtener el referido triunfo.

Lamentablemente, como consecuencia de la importancia cada vez mayor concedida a la victoria, el deporte de competición ha sufrido en el curso de estos últimos años cambios que han afectado gravemente al fundamento mismo del juego limpio. Es por ello que la acción de los farsantes del deporte; en particular en el ajedrez, nos ha obligado a modificar el concepto de juego limpio,

La familia ajedrecística exige un deporte libre de trampas y componendas que intenten opacar las Leyes del Ajedrez y la ética de este milenario deporte.

Fuentes:

 “Dopaje y trampas en el ajedrez” (Blanco, U. 2019)

  fide.com

 Diccionario de la Real Academia Española.

Oxford Advanced American Dictionary

https://dle.rae.es/trampa?m=formhttps://www.oxfordlearnersdictionaries.com/definition/american_english/cheat

 Tomado de http://www.lavidaesunapartidadeajedrez.com