por Frederic Friedel
Es un juego apasionante. Hay estudios que han demostrado que, en
posiciones dramáticas con posibilidades para ambos bandos, los niveles
de adrenalina y las pulsaciones de los jugadores implicados pueden
elevarse a cotas experimentadas por parapentistas, alpinistas extremos o
buceadores de aguas profundas. Por lo tanto, no es de extrañar que
algunas personas hayan muerto en el tablero de ajedrez cuando el
escenario se volvió extremadamente estresante y prolongado.
Casos letales provocados por el ajedrez
Por Prof. Christian Hesse and Frederic Friedel
En el thriller de Agatha Christies Un problema de ajedrez,
publicado en 1927, un maestro de ajedrez muere de un repentino ataque
cardíaco en medio de una partida de ajedrez. Era un libro de ficción (en
el que se menciona a Capablanca, Lasker y Rubinstein), pero hay
ejemplos en la vida real.
En 1933, Geza Maroczy, uno de los jugadores más fuertes de hace cien
años, estuvo presente cuando Adolf Olland (1867-1933), un maestro de
ajedrez de los Países Bajos, murió por un destino similar durante una
partida de torneo. Maroczy comentó más tarde que a él también le
gustaría morir así: «Es el mejor tipo de muerte para un maestro de
ajedrez».
A lo largo de los años ha habido muchos otros ejemplos, aunque no hay
tantos casos documentados de grandes maestros de ajedrez que hayan
muerto literalmente en medio de una partida. Sin embargo, he aquí
algunos que murieron durante torneos de ajedrez de ataques al corazón:
Muertes relacionadas con el ajedrez: Vladimir Bagirow, Gideon Ståhlberg, Vladimir Simagin, Adolf Olland
- Gran maestro ruso Vladimir Bagirow (1936-2000): Murió mientras
estaba jugando un torneo en Finlandia. Iba en cabeza con tres victorias
consecutivas. En la cuarta ronda tenía un peón de ventaja, pero tras una
lucha contra reloj, sufrió un infarto y murió al día siguiente.
- Gran maestro sueco Gideon Ståhlberg (1908-1967): Murió de un ataque cardíaco durante el Torneo Internacional de Ajedrez de Leningrado 1967.
Ståhlberg saltó a la fama cuando ganó partidas contra Rudolf Spielmann y
Aron Nimzowitsch en 1933 y 1934 respectivamente, y quedó tercero (tras
Alekhine) en Dresde 1936, y segundo (tras Fine) en Estocolmo 1937. En
1938 empató contra Keres.
- Gran maestro ruso Vladimir Simagin (1919-1968): Falleció debido
a un ataque cardíaco mientras estaba participando el un torneo de
ajedrez en Kislovodsk, Rusia. Fue tres veces campeón de Moscú (1947,
1956 y 1959), ayudó a entrenar a Vasili Smyslov en el Campeonato del
Mundo e hizo muchas contribuciones significativas a las aperturas de
ajedrez.
- El maestro de ajedrez holandés Adolf Olland (1867-1933): Falleció debido a un ataque cardíaco mientras estaba jugando el Campeonato de Holanda 1933. Nacido en Utrecht, Olland era médico y el principal maestro de ajedrez holandés de la época anterior a Max Euwe.
Parece haber dos situaciones habituales en las que las personas
suelen fallecer por causas relacionadas con el ajedrez. La primera es
debida a un ataque cardíaco o un derrame cerebral, a menudo causado por
la tensión de una partida de ajedrez que se está jugando. He aquí
algunos ejemplos:
- Johann Zukertort (1842-1888) Murió de un ataque cardíaco mientras jugaba al ajedrez en el café londinense The Simpson's.
- Aivars Gipslis (1937-2000) Murió de un derrame cerebral mientras jugaba una partida de ajedrez en un club de ajedrez de Berlín.
- Efim Bogoljubow (1889-1951) murió de un ataque al corazón justo después de terminar una exhibición de partidas simultáneas.
- Victor Ciocaltea (1932-1983) murió de apoplejía cerebral mientras jugaba una partida de ajedrez en un torneo en España.
- Alexander Alekhine (1892-1946) fue
encontrado muerto por una camarera en su habitación de hotel en Estoril
(Portugal), con un juego de ajedrez de clavijas sobre la mesa. Causa
probable de la muerte: atragantamiento y asfixia por un trozo de carne.
La segunda situación estándar surge de la violencia mortal
relacionada con una partida de ajedrez que se acaba de jugar. He aquí
algunos ejemplos:
- Martin Wirth disparó a Vernie Cox en 1994 en Fort Collins después de que discutieran tras una partida de ajedrez.
- En 1960, el marinero Michael George perdió una partida de
ajedrez y un espectador criticó una de las jugadas del marinero. El
marinero mató al espectador con una botella de cerveza.
- En 1915, Ajeeb, un autómata de ajedrez con un ajedrecista
oculto en su interior (Sam Gonotsky) jugaba en Coney Island. Un
visitante perdió contra el «autómata» y se enfadó tanto que disparó a la
máquina y mató al Sam Gonotsky oculto.
Para leer sobre más personas que fallecieron por causas relacionadas con el ajedrez, véase la obra de Bill Wall Deaths of Chessplayers ,
de la que se resumen los ejemplos anteriores. Allí encontrará un gran
número de otros jugadores que murieron mientras realizaban actividades
ajedrecísticas.
Quizá el ejemplo más notable de una muerte directa en el ajedrez sea
el de Cecil Purdy, el primer Campeón del Mundo de Ajedrez por
Correspondencia.
El 6 de noviembre de 1979, durante una partida de ajedrez regular en
el Campeonato de Australia en Sydney, Purdy sufrió un infarto masivo.
Fue trasladado de urgencia a un hospital y la gente avisó a su hijo, que
consiguió llegar al hospital mientras su padre seguía vivo, pero estaba
en muy mal estado. Cuando Cecil Purdy reconoció a su hijo, le dio la
impresión de que con su último aliento quería decirle algo. Así que su
hijo bajó la oreja hacia la boca de su padre.
Detengámonos un momento en esta situación. Hay muchas palabras que
podría haber dicho, por ejemplo: «He intentado ser un buen padre. Pero
no sé si lo he conseguido». O tal vez: «Ahora tienes que ocuparte de la
familia. Yo ya no podré hacerlo».
¿Qué dijo Cecil Purdy? Con la poca energía que le quedaba, pronunció
estas últimas palabras con su último aliento antes de morir:
«Tengo una victoria, pero llevará algún tiempo».
Para nosotros, éste es uno de los mejores ejemplos de la inmensa pasión que uno puede sentir por el ajedrez.
Después de haber hablado de todas estas muertes inducidas por el
ajedrez, uno podría preguntarse si el ajedrez es en realidad un juego
sano o arriesgado.
La respuesta no es fácil, como veremos. En la segunda parte
intentaremos cuantificar estadísticamente el riesgo de jugar al ajedrez,
utilizando una unidad desarrollada por Ronald Howard en la década de
1970: el micromort. Micro significa una millonésima, y mort es
la palabra francesa para muerte. Por tanto, un micromort equivale
estadísticamente a una millonésima parte de la probabilidad de morir. Si
un millón de personas están expuestas a un riesgo de esta magnitud, por
término medio una de ellas morirá.
Un micromort es el riesgo de un varón de 25 años de Europa Central de
levantarse por la mañana y no sobrevivir al día, por la razón que sea.
Le ocurre a uno de cada millón de jóvenes de 25 años. A los 90, te
enfrentas a 500 micromort y a los 100, tienes 1500 micromort en tu
contra cada día. El riesgo de correr un maratón es de 8 micromort,
escalar el Matterhorn 2840 micromort, intentar escalar el Everest:
38.000 micromort.
Entonces, ¿cuál es el riesgo de jugar una partida de ajedrez? Y el
ajedrez en general, ¿resta o añade esperanza de vida? No se pierda el
análisis estadístico de estas cuestiones en la segunda parte.
Traducción al español: Nadja Wittmann (ChessBase)
Fuente: chessbase.com