Ajedrez y fobia social
07/04/2014 – Algo esencial en cualquier enfermedad es no venirse
abajo. Si no puedes realizar una actividad de determinada forma, quizá
puedas buscar otra manera de hacerlo. La clave no es 'actividad', sino
'interés'. Quién así se explica es Jorge Barón en su artículo del último
número de Ajedrez social y terapéutico...
Quiero hacer una comparación: La que considero la mejor forma de
progresar en el ajedrez –y se puede extrapolar a la vida- es darse
cuenta de las ventajas y desventajas que tiene tu juego y de por qué
cometes tales errores y tales aciertos. Y luego tratar de solucionar
esos inconvenientes, pidiendo la ayuda necesaria.
Manteniendo la motivación. Algo que es esencial en cualquier
enfermedad es "no venirse abajo". Si no puedes realizar una actividad de
determinada forma, quizá puedas buscar otra manera de hacerlo.
Realmente, la clave no es el término "actividad", sino "interés": si
puedes revitalizar tu interés por las cosas, puedes ver llamativos
patrones aunque estés atrapado en la tela de una araña. Nada mejor que
mantener la motivación.
¿Mantenimiento de la motivación con el ajedrez?
Para empezar, donde quiera que juegues puedes conocer gente que
comparte tu afición. Habla con ellos, comenta ideas, queda para tomar
algo. Si tienes fobia social puedes dar el primer paso por internet.
Contacta con alguien, aprende a jugar si no sabes. Apúntate a un foro.
Sigue gente en Twitter. Por sí mismo, el ajedrez siempre es un reto:
descubrir qué hacer en una posición, comprender la idea de una jugada o
conocer detalles de la historia de los campeones mundiales puede ser
apasionante.
Personalmente, aunque no podía jugar torneos de ajedrez a un nivel
aceptable, sí podía entrenar a otras personas. Dado que mi fobia social
sólo ocurre en situaciones sociales con adultos, dar clases a niños no
sería un problema. Y, dado que tampoco tengo tantos problemas con
adultos cuando soy la figura de autoridad podía entrenar a cualquier
tipo de gente. Naturalmente, nada mejor para mantener la motivación que
entrenar a un futuro campeón de España sub-18 de ajedrez, ¿no? Pero eso
no lo sabía nadie.
Funcionamiento del cerebro en la fobia social y cómo el ajedrez puede
ayudar. Veamos qué ocurre en el cerebro en una situación de fobia
social: Cuando uno padece esta ansiedad, no importa el grado, en cierto
modo “la cabeza se te va”, y literalmente esto parece ser así. Buceando
en el cerebro, de abajo hacia arriba, por una parte tenemos nuestro
cerebro inferior –llamado reptiliano, órgano supuestamente heredado de
nuestros lejanos antepasados evolutivos– y, en concreto, la llamada
amígdala –muy vinculada a emociones intensas e instintos: a veces se la
denomina el “circuito del miedo”-. Por otro lado tenemos el cerebro
superior que, dicho de forma muy general, nos hace actuar como “personas
inteligentes”. Nos permite, por ejemplo, emplear la lógica y el
lenguaje.
Pues bien, en situaciones de ansiedad o estrés, el cerebro inferior
puede "secuestrar"– parcial o totalmente - a la otra parte. Tal y como
yo lo siento, en situaciones de fobia social este secuestro adopta la
forma de “sal de este lugar y entonces te soltaré”. Como el cuerpo en
realidad se está preparando para huir, con menos sangre llegando al
cerebro y más a las extremidades, la forma óptima de liberación de la
tensión sería algo así como echar a correr. El ajedrez de torneo "serio"
para personas con fobia social, en un principio no podría recomendarse:
Estar sentado, en silencio, pensando y en una sala con mucha gente
alrededor, es la peor de las pesadillas para alguien con esta fobia.
Agravando el asunto, tampoco es fácil conseguir una buena oxigenación
-jugar de pie, por ejemplo, ya sería un alivio en este aspecto-. Si
damos rienda suelta a nuestros impulsos, sólo nos quedaría levantarnos a
menudo, salir de la sala y andar todo lo que podamos. Pero encontré
soluciones en el ajedrez. Nosotros procesamos pensamientos del tipo
"muevo aquí con idea de", "parece mejor activar esa pieza porque…".
Bueno, aunque suene divertido, empleo este método en esas situaciones
fóbicas y con buen grado de éxito. La idea básica es que el cerebro
superior se reactive a través del lenguaje y se vaya liberando del
secuestro. Algo así como decirse: "Tranquilo, me voy a quedar aquí
porque no pasa nada. Todo va a salir bien".
Con permiso, voy a cederle el control a los lóbulos frontales, ya que
me gustaría enterarme de cómo acaba esto”. Es sorprendente, ¡pero puede
funcionar! El cerebro es increíble...
Adicionalmente, es muy recomendable la meditación, algo creo que
sencillo para el ajedrecista. Si tuviera que recomendar algo bueno y
desafi ante para el cerebro yo diría meditación y ajedrez. Y por último,
aunque sea dependiente del nivel de juego, el ajedrez puede fomentar la
empatía: ponerse en la piel del otro. ¿Por qué juega esto? ¿Qué quiere
hacer? Si se piensa conscientemente podemos encontrar detalles muy
interesantes en el comportamiento de la otra persona, y en el nuestro.
También quienes padecen fobia social suelen quedarse anclados en una
pregunta: ¿por qué habrá puesto esa cara el otro?, y la continuación
lógica, "estará preguntándose por qué estoy nervioso". Antes yo también
me quedaba ahí, ¡y no fue fácil romper ese bucle! Resumiendo: quizá una
interesante forma de emplear el ajedrez en la fobia social sea
precisamente utilizar su misma forma de pensar lógica: Utilizarla en un
cuerpo a cuerpo mental para recuperar la amígdala y devolver el control
al cerebro superior en situaciones de ansiedad aguda.
Fuente: www.chessbase.com